No lo tenía nada fácil. Boxeaba en territorio hostil y ante el héroe local, pero el boxeador español
Ayoub Ghadfa Drissi confió en su boxeo, en su clase, en su pegada, en todo el trabajo realizado hasta este domingo y en su esquina -en la que estaban
Rafa Lozano y
Esteban Cuéllar- para lograr una victoria de prestigio, demostrar su crecimiento en el ring y llamar a la puerta de los
Juegos Olímpicos de París.Seguir leyendo...