Hace poco más de año y medio nadie conocía a Gabriela Guillén . Y desde entonces, hasta ahora, su vida ha cambiado de forma tan radical que casi se podría decir que no es la misma. En aquel entonces era una joven anónima, fisioterapeuta y modelo eventual, sin pareja, y con el objetivo claro de crecer en su carrera, tanto en un ámbito como en el otro. Así lo dejaba claro en la página web de su centro de belleza MGG Beauty : «Estar formad@ es una de mis pasiones y claves del éxito de MGG Beauty. Poder aportar a nuestros clientes un valor añadido, en nuestros tratamientos y servicios es fundamental. Mi nombre es Gaby y soy la directora del centro MGG Beauty , mi objetivo es que tus resultados sean acordes a tus expectativas de que tod@s nuestr@s clientes estén satisfech@s«, un proyecto con el que estaba muy ilusionada cuando conoció al presentador y que ahora se desconoce si sigue en pie, pues su página web ya no puede visitarse y sus redes sociales no se actualizan desde diciembre del 2023. Pero quizá solo se deba a la baja de maternidad, pues su vida ha cambiado tanto que ha sido madre junto a Bertín Osborne, con el que pasó de hablar de una amistad especial, pues él insistió siempre en que no eran pareja, a convertirse en padres juntos, aunque a él le haya costado aceptarlo. Pero empecemos por el principio. A principios de 2023 se les relacionó por primera vez después de que ambos hicieran juntos una sesión de fotos para la firma de ropa El Capote, de la que fueron imagen. Pero la gran sorpresa no llegó hasta el mes de julio, cuando se supo que ella estaba embaraza y todas las flechas apuntaban a él. Antes de llegar a este punto, e incluso al de tener su clínica, concretamente entre 2018 y 2019, Gabriela fue administradora única de una empresa llamada Lagui2trade SL, que ahora se dedica a «la intermediación en la prestación de servicios de consultoría financiera y de negocios para empresas, incluida la elaboración de informes de mercado», pero ahora eso es agua pasada. En el presente todos sus esfuerzos están centrados en contar su historia , la historia de una mujer que en muy poco tiempo ha vivido y pasado mucho, y cuya vida se ha convertido de la noche a la mañana en un tema de dominio público. Pues no solo el hecho de tener un hijo con un hombre de 69 años se convirtió en tema de debate, es que además él, en principio dejó claro que, aunque no le faltaría de nada, no ejercería como padre . Después parece ser que dudó de que él fuera realmente el padre y le solicitó a Gabriela realizar pruebas de paternidad cuando el pequeño naciera, algo que finalmente no ha llegado a hacerse pues él presentador se ha negado a acudir a la cita para realizarse dichas pruebas que él mismo solicitó porque dejó todo zanjado en comunicado común que publicó sin antes avisar a la madre del bebé (según la versión de ella) en el que decía que se responsabilizaría del pequeño y pedía perdón por sus reacciones iniciales a lo ocurrido. Sin embargo, lo que parecía un acuerdo de paz, terminó sembrando la discordia de nuevo, pues no han pasado ni dos meses y la relación entre los dos progenitores sigue siendo tensa y escasa. Pero nada de esto ha frenado a la joven, ya dijo que sacaría a su hijo adelante, y todo indica que se lo ha tomado muy en serio, pues en una de las ocasiones en que los reporteros se interesaron por ella a las puertas de su casa, de sus declaraciones se dedujo algo que después se ha confirmado: está escribiendo un libro . Y no es sobre su historia con Bertín, o al menos no es solo sobre eso, según algunos datos a los que ha podido tener acceso ABC, la historia se remonta a mucho antes, a su infancia, a sus recuerdos familiares, a sus vivencias, y también a sus últimos años, a su maternidad y a cómo se ha sentido, pues es una parte muy importante de su vivencia personal, aunque no sea la única. Pero sí quizá la etapa más convulsa, la más inesperada y en la que más se ha conocido a sí misma, la que ha supuesto un giro de 180 grados para su vida y la de los que están a su alrededor, y la que le ha dado a su bebé, que como ha dicho en varias ocasiones, a pesar de las circunstancias, le hace inmensamente feliz.