La religión es el opio del pueblo, le urraqueó Marx a Heine. «Embriaguez», resumió Schmitt. –Pero hace tiempo que le quitaron el vino al pueblo: prohibición en la Santa Cena en la Iglesia romana, así como en el sacerdocio general puritano-metódico-pietista. Pueblo son aquellos a los que les fue sustraído el cáliz. A cambio les conceden un sustitutivo, y se lo toman a la primera, un buen trago de cualquier matarratas. (Su descripción de «pueblo»: «Pueblo son aquellos que no gobiernan, que no saben latín, no reciben vino en la Santa Cena, que no van a caballo sino a pie, que no conducen un Mercedes –escribe en el 56–, que no pertenecen a la elite…»). –El «Dios ha muerto» de...
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