A sus 31 años, Mireia Rodríguez debutó el domingo 3 de octubre de 2021 como jugadora el equipo senior masculino del Club Balonmano de Albacete, que milita en Segunda división Territorial en Castilla-La Mancha, tierras del Quijote. Sucedió en un partido amistoso frente al Retamar de Pedro Muñoz (Ciudad Real). El encuentro se jugó en un pabellón polideportivo de la calle Juan de Toledo, en la capital manchega. «¡Un partido histórico en el balonmano español!», repite el presidente del club albaceteño, un exultante José Roldán.
«Que me dejen competir es un puntazo», asegura a ABC la jugadora, madre de un niño de 3 años y casada con el futbolista del Albacete Rubén Martínez, que juega en la Primera División RFEF. «Estoy muy agradecida de que todos los equipos de la liga hayan aceptado que me dejen competir», afirma Mireia, quien llega jugando desde los 4 años.
«¡Es un hecho histórico para el balonmano en España! ¡No ha existido nunca! Ahora es la única jugadora en competir en un equipo senior masculino en toda la historia del balonmano nacional, que tengamos conocimiento», afirma Roldán. La iniciativa, que partió de Miria y de su entrenador, José María Valerio, cuenta con el respaldo de la Federación Nacional y la Territorial, además de los clubes con los que se van a enfrentar en la liga, que comenzará a mediados de noviembre.
«Así de natural sucedió todo»
Mireia está «alucinando» con la aceptación que ha tenido en su equipo. «Sólo quería jugar y, al final, he tenido una acogida brutal entre los compañeros», agradece la protagonista, quien ha llegado a militar en Segunda división nacional.
«A Albacete llegamos hace un par de meses y busqué equipo femenino. Pero el más cercano está como a una hora, con lo que era imposible al tener el niño de 3 años y los viajes de mi marido. Me puse en contacto con Pepe Roldán y propuse entrenar con el equipo masculino senior porque yo ya había entrenado otras veces con otros equipos». Fue el entrenador quien le preguntó que por qué no competía con ellos. «Si me dejan, encantadísima», respondía, porque «lo que yo quería era jugar al balonmano. Y así de natural sucedió todo».
«Ha sido la insistencia de Mireia. Ella es la que quería, pero yo le decía: 'Muchacha, que no tenemos equipo femenino'. Pero ella quería entrenar con ellos, con los chicos», relata el presidente, comisario de la Policía Nacional jubilado. «Mireia tiene calidad, no viene a rellenar ni a quedar bien; ella viene a jugar. En ataque, está jugando de central, repartiendo el juego, moviendo el balón. Y, en defensa, se coloca en un puesto adelantado, porque pelearse lo tiene complicado», explica Roldán.
El presidente destaca la calidad de la jugadora a la hora de pasar y de moverse. «Cuando se coordine con el resto de jugadores, va a ser muy eficaz en el pase», aventura Roldán, quien lanza un mensaje a navegantes: «No sé si me llamará Irene Montero, la ministra de Igualdad, porque no se puede hacer más por la inclusión». «Abrimos un camino en el deporte inclusivo muy importante, siempre que la jugadora tenga un nivel», apostilla. «Mireia juega mejor que muchos de sus compañeros. No se lo he dicho a ellos, pero ellos lo ven», sentencia el presidente.
«¡Es una fotografía histórica!», exclama el presidente del club, Pepe Roldán, autor de la instantánea
Además de jugadora, Mireia dirige los entrenamientos dos días a la semana, los lunes y los miércoles. Lo hace porque el entrenador es de Ciudad Real y se desplaza a Albacete los viernes. «O sea, Mireia tiene carácter y su voz se oye perfectamente, y eso es importante», destaca el presidente, quien respalda a su jugadora «de aquí a Lima».
El máximo responsable del club albaceteño desea que esta «imagen positiva» se extienda a pueblos de Castilla-La Mancha donde hay equipos masculinos de chavales en categorías cadetes, infantiles o juveniles. «Si hay un par de crías que quieran jugar, que no se queden sin hacerlo porque no hay equipo femenino. Ésa es la idea. No privar a una chica que puede valer jugar al balonmano, siempre que no haya equipo femenino», expresa Roldán, cuyo club busca un primer patrocinador que apoye el club esta temporada. «Tenemos muchos de tacita a tacita, pero necesitamos el patrocinador fuerte por una módica cantidad», reclama el presidente.
Su objetivo es llegar a la Primera división nacional en dos años. «Si Dios quiere y tenemos dinero, claro», puntualiza Roldán. Y con la ayuda de Mireia Rodríguez, por supuesto.