Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, no deja una sola ocasión para recordarle al Gobierno los riesgos a los que se enfrenta nuestro país. Repite ciertos mensajes en múltiples discursos hasta que sus palabras terminan calando, endureciendo poco a poco su mensaje. Las alertas sobre los fondos europeos y las finanzas públicas vienen siendo sus dos objetivos desde hace tiempo, desde que la recuperación ha empezado a aparecer en el horizonte.
La institución actualizó al alza hace algunas semanas sus proyecciones macroeconómicas para España y situó la recuperación de los niveles de PIB pre-Covid a finales de 2022, ya con algo más de certidumbre a medida que la crisis avanza. De hecho, destacó que se verán fuertes crecimientos en los próximos trimestres, aunque ya advirtió recientemente de que no debemos dejarnos «impresionar» por esas cifras ya que las reformas estructurales siguen pendientes.
En este escenario, De Cos ha señalado hoy en el 16º Encuentro del Sector Bancario, organizado por el IESE y EY, que todavía hay incertidumbres y riesgos que afrontar. «Están más equilibrados pero existen», ha dicho. Estos son, por ejemplo, qué ocurrirá con las nuevas variantes, cómo de efectivas serán las vacunas contra estas nuevas variantes, qué pasará con el consumo privado y con el exceso de ahorro de las familias... Sin embargo, una de sus mayores advertencias ha llegado a costa del dinero que llegará desde Bruselas, y con el plan de recuperación español ya aprobado por la Comisión: «Tenemos muchas dudas sobre el impacto de los fondos europeos».
Su aportación al PIB está cuantificada por su organización en más de 1,5 punto anuales, pero también existen dudas sobre su ejecución temporal, el multiplicador fiscal que tendrán, etc. En suma, dudas sobre la ejecución de los 140.000 millones que le corresponden a España. Asimismo, el gobernador ha reclamado que los fondos UE se destinen a «proyectos que aumenten el crecimiento potencial de la economía», al tiempo que recurda que esta partida puede utilizarse también para financiar las reformas estructurales. Unas reformas que a menudo se quedan en el limbo por esa falta de fondos.
Como ya es habitual, De Cos ha pedido al Ejecutivo que diseñe desde ya un plan de consolidación fiscal, lo que redundaría en «ganancias de credibilidad muy importantes» para la economía española, lo que permitiría a futuro que su ejecución fuera más gradual gracias a esa credibilidad. «La respuesta ahora tiene que trasladarse a poner todo el peso de la política económica hacia el medio-largo plazo», ha comentado.
Créditos dudosos
Sobre el sector bancario, el gobernador ha señalado al gremio como «parte de la solución» a esta crisis, frente a la anterior que era de tipo financiero. Se ha mejorado la fortaleza de las entidades financieras y estas han respondido ante las necesidades económicas derivadas del Covid, pero también sienten (y sentirán) el efecto de la situación.
De Cos ha hablado de que se atisban «noticias positivas» en cuanto a morosidad. La ratio de morosidad sigue contenida, según los últimos datos definitivos del Banco de España, de marzo, en el 4,4%, «cuatro décimas más baja que hace un año», aunque también ha reconocido un cierto empeoramiento ya que el stock de dudosos ha pasado de caer un 19-20% en la etapa pre-Covid a ahora solo un 4%.
«Existen riesgos de deterioros de la calidad crediticia», ha advertido el gobernador, tirando de prudencia para el sector. «Los créditos en vigilancia especial se incrementaron casi un 25% en 2020, y hasta marzo se ha acelerado más hasta el 37%», ha añadido, para poner también el foco en las refinanciaciones. Y, por último, ha comentado su preocupación sobre la dudosidad en el crédito al consumo, del cual ha explicado que es el que más rápido se deteriora y que ya está en deterioros del 23%.
