Lewis Hamilton, seis veces campeón del mundo de Fórmula 1 y dominador de este deporte en la actualidad, se ha convertido también en un líder en la lucha contra el racismo. El piloto británico de la escudería Mercedes ha sido el promotor del cambio de colores de su equipo, que ahora luce de negro, o de los actos de protesta para luchar contra las desigualdades.
En varios Grandes Premios los pilotos del Mundial se han arrodillado en la línea de salida mostrando además mensajes contra el racismo en sus camisetas, pero no todos han hecho el gesto de poner la rodilla en tierra. Magnussen, Giovinazzi, Leclerc, Verstappen, Raikkonen, Kvyat y Sainz han participado en estos actos puestos en pie. Y por ello fue cuestionado Hamilton tras el GP de Gran Bretaña.
«La Fórmula 1 ha hecho un mucho mejor trabajo después de muchas discusiones, muchas conversaciones la semana pasada sobre cómo podíamos unirnos y hacerlo mejor. Lo habéis podido ver, es mucho más profesional», respondió. Pero aprovechó también para lanzar una pulla a los pilotos que no se arrodillan, centrándola especialmente en el ruso Kvyat y el español Sainz.
«No voy a decir cuál es mi opinión sobre lo que cada uno necesita o no, pero si miras a otros deportes, mira al baloncesto, al fútbol y a los equipos españoles, italianos y de todo el mundo, sin importar la nacionalidad que tenga o las mezclas que haya, lo hacen todos unidos. Hay jugadores de Rusia y de España que lo hacen», afirmó.
«Cuando la razón para no hacerlo es cómo crees que se sentirá o cómo se percibiría en tu país, todo lo que tienes que hacer es mirar los otros deportes porque lo están haciendo. Espero que poco a poco podamos unirnos cada vez más», concluyó.
