El fracaso de la temporada no ha hecho bajar los brazos a la canasta azulgrana, empeñada en que el proyecto liderado por Mirotic en la cancha y por Jasikevicius en el banquillo termine por levantar algún título más pronto que tarde. Para conseguirlo, el club ha decidido tirar la casa por la ventana, renovando a sus fichar más importantes y fichando a golpe de talonario a los talentos más rutilantes de la Euroliga. Es el caso de Nick Calathes, cuya llegada fue confirmada ayer por el Barcelona provocando el recelo en muchos de los rivales del torneo continental.
Fue Sergio Llull el primero en alzar la voz en las redes sociales. Medio en broma medio no, el balear se mostró sorprendido por el desembolso del club catalán, que tras caer en la final de la ACBante el Baskonia ha renovado a Oriola y Kuric, además de cerrar los fichajes de Jasikevicius y Calathes. Solo con ellos dos romperá ya cualquier límite salarial, acabando con la barrera de los 30 millones en sueldos que parecía imposible de superar hace unos años. «El Barça debe tener un límite salarial parecido al de la NBA», bromeaba Shane Larkin, jugador del Fenerbahçe y uno de los mejor pagados de Europa. Con su crítica velada, el americano venía a poner de relieve una realidad. Que es la determinación de Bartomeu por llevar la Euroliga a Barcelona antes de que acabe su mandato. Para conseguirlo, el presidente azulgrana no va a reparar en gastos tal y como ha quedado claro en los últimos días. De hecho, aún quedan movimientos y fichajes –Pau Gasol tiene sobre la mesa una oferta para formar parte del equipo– para completar una plantilla llena de talento que ya es la más valiosa del continente por encima de la del CSKA, el Real Madrid o el propio Fenerbahçe.
Con Calathes -que cobrará alrededor de cinco millones de euros por las tres temporadas como azulgrana- y Heurtel, el Barça contará con dos de los bases más resolutivos de Europa. El griego es un pasador excepcional y un anotador certero en los momentos clave. El año pasado promedió 13,3 puntos y 9,1 asistencias en la Euroliga. Mientras, el francés ha demostrado en la fase final de Valencia que, si las lesiones le respetan, es uno de los mejores en su puesto.
El de Calathes es solo uno más de los muchos movimientos realizados estos días por los clubes de la ACB, que tras bajar el telón a la temporada en Valencia se han puesto con ganas para afrontar la siguiente. En esa ida y venida de jugadores, hay una tendencia llamativa, que es la del regreso de muchos veteranos a sus orígenes. Es el caso de Pau Ribas, que harto de la falta de minutos en Barcelona ha puesto rumbo al Joventut, donde creció como jugador. También Rafa Martínez, capitán del Valencia Basket durante años, cambiará de aires para regresar a la que fue su casa cuando debutó en la ACB hace 21 años.
También se han producido grandes movimientos, como el de Derrick Williams –número 2 del draft de la NBA en 2011– por el Valencia Basket o la marcha de Shengelia al CSKA. El que no ha movido ficha por el momento es el Real Madrid, que podría pagar la cláusula de Alberto Abalde en los próximos días.
