El Fuenlabrada rescató un punto en el tiempo añadido, encontrando con un zurdazo de Anderson el premio a su espíritu luchador, en un encuentro condicionado por la expulsión de Pathé Ciss a los 21 minutos, que el Mirandés tuvo en su mano y pese a dejarlo escapar alcanzó los 50 puntos que le dan virtualmente la permanencia.
Liberados de la presión que añade pelear por no caer en la zona baja y sintiendo ambos equipos la permanencia asegurada, Fuenlabrada y Mirandés regalaron un gran partido. Todo se le puso en contra a los de Sandoval en una primera parte accidentada. Ya dominaba el Mirandés, buscando con personalidad los puntos que sellasen su continuidad en la división de plata del fútbol español, cuando llegó una expulsión temprana a los 21 minutos.
Pathé Ciss, el cerebro del juego del Fuenlabrada, había visto la primera amarilla por entrar con los tacos, pese a llevarse el balón a los 13 minutos y nueve después veía como el árbitro interpretaba un codazo en un salto intrascendente para mandarle a la caseta.
Por si fuera poco caía lesionado el referente goleador del Fuenlabrada. Un problema muscular dejaba fuera de combate a Sekou Gassama y el encuentro pasaba a ser un monólogo del Mirandés. Hasta nueve disparos sin lograr superar a Femenías que se volvió a lucir. El que era tercer portero a inicio de temporada realizó dos paradas para enmarcar que mantuvieron a su equipo en el partido.
La primera en un mano a mano a los diez minutos ante Marcos André, con una rápida salida que tapó espacios y una manopla firme abajo para salvar el disparo. El Mirandés no se lo pensaba. Jugaba directo y acababa siempre jugada, con Merquelanz siendo el que más lo intentó con hasta cuatro zurdazos.
Volvió a aparecer el portero fuenlabreño al borde del descanso para sacar arriba un testarazo repleto de potencia de Sergio González que posteriormente repelió el travesaño. El rechazo precisó del VAR por una mano involuntaria de Jeisson que finalmente no acabó en penalti.
A los de Sandoval solo les quedaba el balón parado y sin dos de sus grandes referentes, y con un jugador menos, le tocaba sufrir. No disparó en ninguna ocasión a Lizoain en el primer acto pero se creció en el segundo. Tras córner Juanma acariciaba el palo con su testarazo y Jeisson enganchaba un latigazo desde la frontal arriba.
Cuando más méritos demostraba recibió el castigo con un golazo de falta de Merquelanz. Su quinto intento acabó en la escuadra con una falta perfecta. Nada hunde el espíritu de lucha del Fuenlabrada que encontró el empate con un penalti por codazo a Glauder. Hugo Fraile, siempre fiable, ponía premio a la entrega.
Al encuentro aún le quedaba mucho y seis minutos después era el Mirandés el que disponía de una pena máxima que no desaprovechaba Matheus. A lo Panenka ponía de nuevo en ventaja a un Mirandés que veía cerca el triunfo que se le resistía en las cuatro últimas jornadas.
Sin embargo los cambios ofensivos sin nada que perder de Sandoval le dieron el premio de un punto en el tiempo añadido. Anderson enganchaba un zurdazo desde la frontal tras un saque de esquina, que tras la intervención del VAR se daba por válido el tanto tras comprobar que Oriol Riera, en la trayectoria del balón, no estaba en fuera de juego. El premio a la entrega con diez deja al Fuenlabrada a cuatro puntos de pelear por la promoción de ascenso.
