En las últimas elecciones autonómicas de Cataluña han sucedido varias cosas extrañas incluso para ese manicomio político. Algunas son difíciles de explicar para alguien de fuera. Como que Puigdemont, un huido de la justicia (permitido por el Gobierno de Mariano Rajoy Brey), tras dar un golpe de Estado pueda ser candidato a la presidencia (también es eurodiputado permitido por la Europa), cuando no puede ni entrar en España al tener una orden de arresto desde entonces. Ha quedado segundo en las elecciones con 35 escaños, 675.000 votos y es quien decide el futuro de Cataluña, una vez m ...