Según fuentes de la Guardia Civil, los servicios sociales de Algarinejo avisaron a primera hora del pasado 26 de abril de que un anciano del pueblo, que además recibe ayuda domiciliaria, no le abría la puerta a su cuidadora. Se activó en consecuencia la alarma porque el hombre no parecía estar en su casa, según se podía ver desde fuera. Había hecho la cama y dejado la medicación en la mesilla de noche. La Guardia Civil se puso en contacto con unos familiares para que les dejaran abrir la puerta de su domicilio por la fuerza. Una vez autorizados, los agentes forzaron la puerta y se ...