Una mano. Dedo índice y pulgar levantados. Un mismo gesto, pero con dos ángulos diferentes. La mímica de una pistola, que evoca el culto a las armas declarado por Jair Bolsonaro, y una "L", que demuestra el apoyo a Lula da Silva. Tan solo un movimiento de muñeca y el ademán cambia de significado. No hace falta saber portugués para suponer qué piensan los brasileños de cara a las elecciones presidenciales de este año. Basta con un vistazo en las redes sociales para detectar con rapidez el mismo símbolo en "ele" con dos interpretaciones muy distintas. No cabe duda de que estos son l ...