La fecha de las elecciones generales, un domingo aún por determinar a finales de 2023, se aproxima inexorable y Pedro Sánchez lo ve engrandecerse paulatinamente en el horizonte mientras todas las encuestas, salvo las salvas de propaganda de Tezanos a cargo del contribuyente, le vaticinan una sonada derrota. De forma insistente, las predicciones demoscópicas auguran como ganador al Partido Popular con un número suficiente de escaños que le permitirá gobernar con el apoyo del tercer clasificado o quizá en solitario si su cosecha de votos le facilita equilibrios parlamentarios que le garan ...