Normalmente, consideramos las lágrimas como un fluido que sirve para mantener húmedo el ojo y transmitir sentimientos. Así, podemos llorar cuando hace mucho frío, cuando se nos mete algo en el ojo o cuando estamos muy tristes o muy alegres. También pueden faltar si padecemos el síndrome del ojo seco. Estas son algunas de las circunstancias en las que las lágrimas nos dan información sin necesidad de analizarlas. Sin embargo, cuando las examinamos con detalle utilizando todas las tecnologías que tenemos a nuestra disposición, como los análisis de proteínas (proteómica) o de las ...