Los veranos son pródigos en finales biográficos. Quizá sea como en las demás estaciones, pero se nota más. Me detengo en dos que no tienen nada que ver entre sí, ni por sus biografías ni por su envergadura, pero que marcan un tiempo, casi podríamos decir una época. Mijaíl Gorbachov y el Lluis Pascual Estevill. El primero cambió el mundo y sucumbió en él, el otro representó la forma más despreciable de la política, la judicatura y la sociedad de Cataluña. Mientras que Gorbachov murió con 91 años en la cama de un hospital donde llevaba ingresado desde hacía tiempo, el magistr ...