Ser perfeccionista y tratar de hacer las cosas de la mejor manera posible no es malo en sí mismo, pero puede llegar a ser un problema de salud mental si esa perfección inalcanzable se convierte en una obsesión. En una sociedad cada vez más exigente, esa búsqueda obsesiva de la excelencia está a la orden del día y son muchas las personas que pueden llegar a sentirse frustradas o desanimadas si no alcanzan unos objetivos muchas veces irrealizables. ...