Lejos de amainar, la guerra entre Albert Rivera y el bufete donde trabajaba hasta ayer y que lleva su nombre, Martínez Echevarría&Rivera, aumenta a medida que fracasan los intentos de buscar una salida pactada. Rivera y su mano derecha, José Manuel Villegas, hasta este lunes presidente y vicepresidente ejecutivo del bufete, reclaman su finiquito y el variable que les hubiera correspondido hasta 2025, fecha en que terminaba su relación contractual.
“Las negociaciones no han ido nada bien”, aseguran a Vozpópuli fuentes conocedoras de los intentos de buscar un arreglo que, cada vez, parece más lejano después de las acusaciones de “bajo rendimiento”, “nula influencia” y “clientes inexistentes” que ha lanzado el bufete a Rivera tras filtrarse a los medios su deseo de romper la relación con la firma.
Por su parte, desde el entorno de Rivera y Villegas se asegura que el contencioso está ya en manos de sus abogados. “Ellos entraron en ese despacho porque ofrecieron unas condiciones”, dicen estas fuentes. “Si no, se habrían ido a otro sitio”.
Ante los “incumplimientos” que según los exlíderes de Ciudadanos ha cometido Martínez-Echevarría, los abogados de Rivera y Villegas han reclamado su sueldo y todas las cantidades que se les adeudan hasta 2025, fecha hasta la que supuestamente estaba en vigor el contrato. Las cantidades concretas que se reclaman no han trascendido aunque podrían incluir el variable que, según los expolíticos, nunca cobraron.
Por su parte, desde el entorno de Rivera y Villegas se asegura que el contencioso está ya en manos de sus abogados. “Ellos entraron en ese despacho porque ofrecieron unas condiciones”, dicen estas fuentes. “Si no, se habrían ido a otro sitio”.
Ante los “incumplimientos” que según los exlíderes de Ciudadanos ha cometido Martínez-Echevarría, los abogados de Rivera y Villegas han reclamado su sueldo y todas las cantidades que se les adeudan hasta 2025, fecha hasta la que supuestamente estaba en vigor el contrato. Las cantidades concretas que se reclaman no han trascendido.
El bufete ha acusado a ambos de “bajo rendimiento”. Rivera y Villegas estudian pedir también una compensación por “daños morales” por estos comentarios, según cuentan desde su entorno a este medio, y por el comunicado interno enviado por la firma.
Dicho comunicado enviado a primera hora de la tarde de este martes a los socios y directivos de Martínez-Echevarría, se acusa al expolítico de intentar “liberarse de la cláusula de no competencia postcontractual” comunicando su salida “a solo un mes de la primera ventana de terminación contractual por desarrollo irregular de la relación”.
Según el bufete , la firma pensaba haber comunicado en una comida este mismo martes a Rivera y Villegas su decisión de no proseguir la relación por su “falta de implicación” y, veladamente, acusa a los expolíticos de tener pensado ya irse a otra empresa: “comenzar su andadura profesional en la empresa a la que ahora va a dedicar su tiempo”, señala la nota interna.
El tono de la comunicación no deja atisbar posibilidad alguna de acuerdo en el corto plazo. De hecho, endurece las acusaciones contra Rivera: “Aunque sabíamos de su completa inexperiencia en nuestro sector a todos nos ha sorprendido su inactividad, su falta de implicación, interés y su desconocimiento más elemental del funcionamiento de una organización empresarial”.
Incluso, en un momento dado, llega a poner por escrito que el resto de abogados estaban “sorprendidos” por la actitud de Rivera. “No estamos habituados en nuestra profesión a discursos vacíos; a llenar los espacios solo con palabras sin soporte real; a unas exigencias de protagonismo tan acusadas; ni a unas formalidades de ensalzamiento personal que son inexistentes entre compañeros de profesión y, mucho más, entre compañeros de un mismo despacho".
Este medio intentó obtener una posición oficial de Rivera y Villegas, pero desde su entorno comunicaron que la negociación con su antiguo bufete está en manos de sus abogados y declinaban la invitación
