Fernando Martín-Sánchez
Pocos conocemos el verdadero sacrificio que viven los jugadores para llegar a cumplir sus sueños: dejar a sus familias, aprender un nuevo idioma o jugar sin algún pago de por medio. Alguien que ha pasado por este duro proceso es Spencer Bivens, quien no se ha rendido en el camino y está cerca de cumplir su sueño de llegar a Grandes Ligas.
En el reciente invierno, Bivens llegó a la pretemporada de Tomateros siendo un pitcher desconocido, con poca experiencia y sin un rol asignado. Sin embargo, desde sus primeras apariciones se fue ganando un lugar protagónico en el bullpen al ser un pitcher dominante y con lanzamientos que se movían demasiado.
Aunque no estaba perfilado para ser el cerrador, una vez que se le dio la oportunidad, no soltó el rol y se convirtió en uno de los mejores de la Liga Mexicana del Pacífico. Al final, tuvo un gran invierno con Culiacán, dejando 1.69 en carreras limpias con 14 salvamentos en 27 relevos.
Ahora, Bivens brilla con la filial Triple A de los Gigantes de San Francisco con una efectividad de 3.13 en 15 apariciones. Lo más sorprendente es que suma 6 relevos de forma consecutiva sin permitir carrera, con 10 entradas de 3 hits, 0 carreras, 1 base y 13 ponches en ese lapso, acercándose poco a poco a esa gran oportunidad de ser llamado al “equipo grande”.
Su camino en el beisbol no ha sido fácil. Tras jugar su última campaña en preparatoria, no obtuvo ninguna oferta para jugar colegial. Intentó jugar con la Universidad de Penn State, pero no hizo el equipo y se conformó con jugar en la Universidad de Rogers State, una universidad de División II.
Al concluir su última temporada de elegibilidad en 2018, Bivens no fue tomado en el Draft de Grandes Ligas ni firmó como agente libre. Se refugió en una liga de beisbol en Francia, donde apenas ganaba 500 dólares al mes, jugando sólo los fines de semana; esa campaña terminó con efectividad de 2.51 y él mismo catalogó esa como una de las mejores experiencias de su vida, algo que quizá pudo reforzar su amor por el deporte y lo mantuvo enfocado para seguir en busca de su sueño.
En 2020, Bivens se preparaba para jugar en República Checa, pero la pandemia lo obligó a regresar a Estados Unidos. Con un futuro incierto, tuvo que jugar en diferentes Ligas Independientes; hasta que en 2022 cambió su forma de trabajo al incrementar masa muscular, aumentar su velocidad y movimiento en los pitcheos, llamando la atención de los Gigantes de San Francisco, quienes en mayo de ese año lo firmaron con un contrato de Ligas Menores.
Su primer año en sucursales fue de adaptación, con un rápido ascenso desde Clase A hasta Triple A. El año pasado jugó entre Clase A Avanzada y Doble A. En este 2024, Bivens mantiene la confianza de su club, convirtiéndose ahora en uno de los mejores relevistas de la organización. El derecho está tocando la puerta para finalmente cumplir su sueño debutar en la Gran Carpa y veremos si aparece esa oportunidad en estas próximas semanas o cuando el roster de los equipos se extienda al final de la campaña.
