KANSAS CITY, Missouri – En un año malo, Kansas ocupó el puesto número 1 durante tres semanas, venciendo a Kentucky, Tennessee y UConn a principios de la temporada mientras alineaba a dos jugadores del primer equipo All-Big 12.
¿Recuerdas aquellos buenos viejos tiempos para KU? No te castigues si no lo haces. Después del miércoles por la noche, esas son prácticamente respuestas de trivia sobre un jugador de baloncesto universitario de sangre azul que se volvió… azul, como en el estado de ánimo que lucen los leales a KU de cara al Torneo de la NCAA.
El noventa por ciento de la División I aceptaría con gusto los logros enumerados anteriormente y disfrutaría de sus posibilidades esta semana en el Torneo Big 12. Estos Jayhawks están tratando de encontrar su camino. Y la canasta, por cierto. Eso fue evidente en una derrota única por 72-52 en el Torneo Big 12 ante Cincinnati el miércoles que envió bengalas de advertencia a través del arco del orgulloso programa.
Oh, ya sabíamos que los Jayhawks estaban escasos de personal al comenzar, perdiendo a sus dos mejores jugadores. Pero incluso sin Hunter Dickinson, de 7 pies 2 pulgadas, y el máximo anotador Kevin McCullar Jr., este no es un equipo completo. No cuando el KU No. 16 ingresa al Torneo de la NCAA después de haber perdido cuatro de sus últimos cinco.
El Torneo Big 12 ahora se quedará sin su ancla tradicional, porque Kansas se ha hundido desde sus alturas anteriores. El programa que ha sido dueño de este torneo de conferencia a 40 millas de su campus ahora tiene más de una semana para contemplar su primer juego de la NCAA.
Es probable que el comité de selección no le haga ningún favor geográfico a Kansas porque el juego de los Jayhawks está en todas partes.
El mismo equipo que estaba clasificado entre los cinco primeros el 11 de febrero también perdió dos veces por al menos 29. Los Jayhawks no pueden disparar el triple (el miércoles acertaron 3 de 20 desde lejos) ni defenderlo muy bien. (Cincinnati ha acertado 25 triples en dos partidos de torneo). Un equipo de Kansas que fue el número 2 a nivel nacional en asistencias ocupa el lamentable puesto 336 (de 351 equipos de la División I) en anotaciones desde el banquillo.
