Un bar. Después de cuatro horas de caminata y cantos y saltos, nos sentamos por una cerveza en un tradicional bar de la Avenida de Mayo. Lleno. A cada rato se agitaba un canto común, referido a la universidad amada o al mal gobierno. Le preguntamos al mozo por la magnitud de la marcha y dijo: sólo comparable al festejo del mundial. Una causa argentina. Un núcleo de unidad. Una conmoción de las clases medias.