El partido francés Reagrupamiento Nacional, liderado por Marine Le Pen, y la Liga Italiana de Matteo Salvini anunciaron este martes, en vísperas del comienzo de la campaña para la votación europea del próximo 9 de junio, la ruptura de relaciones con su aliado de la extrema derecha alemana Alternativa para Alemania (AfD).
- La decisión, según informaron medios franceses, se produjo a raíz de que Maximilian Khah, excandidato a spitzenkandidat por AfD, declarase que “nunca” diría que “quien llevaba un uniforme de las SS era directamente un criminal”.
Los partidos de extrema derecha en Europa coinciden en los fundamentos esenciales que defienden estas formaciones: la identidad nacional, el rechazo a la inmigración o escepticismo hacia el cambio climático, entre otros. Estas ideas unen a los líderes nacionales, siendo un claro ejemplo el acto de Vox el pasado fin de semana, ‘Europa Viva ’24’.
- Aunque también existen matices en sus discursos en los que difieren, siendo “el más evidente el tema de sus relaciones con Rusia”, según apunta Héctor Sánchez Margalef, investigador del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), “estos desencuentros no serán determinantes a la hora de unirse en el Parlamento Europeo ni les pasarán factura electoral”. El experto añade que, de hecho, la ultraderecha europea “está en plena forma para conseguir su mejor resultado histórico”.
- Según las encuestas previas a la campaña europea, el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos –al que pertenece el partido de extrema derecha, Vox– crecería un 22% respecto a las elecciones de 2019 y el de Identidad y Democracia, en el que entran líderes como Marine Le Pen, aumentaría un 56%.
Sánchez Margalef analiza las diferencias y similitudes entre los partidos de los diferentes países y piensa que a nivel nacional cada ultraderecha reivindica sus matices en muchos aspectos, pero “su propósito de conseguir derechos y financiación son incentivo suficiente para mantenerse unidos a nivel europeo”.
- “Que los líderes estén mostrando a su país una determinada imagen presidenciable, como han hecho Le Pen y Meloni desmarcándose de extremistas más radicales, no cambiará la intención que tienen los grupos parlamentarios de derechas de unirse y reconstruirse”, explica Sánchez Margalef.
- El experto se refiere a una posible coalición entre el grupo de Conservadores y Reformistas con el de Identidad y Democracia y los populares europeos: “Todos están de enhorabuena porque el PP de Europa, que podrá elegir con quién trabaja, piensa que serán buenos compañeros y así lo ha manifestado”, concluye.
Fuentes
Entrevista con Héctor Sánchez Margalef, investigador del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB)
Libération
