Los componentes del Eje de la Resistencia son sus principales aliados, aunque Teherán se ha abierto hacia países del Este para sortear sanciones internacionales y ser reconocido como un poder regional.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, y el ministro de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, han fallecido junto a otros tripulantes en un accidente de helicóptero en la zona de Azerbaiyán Oriental, según ha confirmado el gobierno iraní este 20 de mayo. Líderes y representantes de todo el mundo, tanto aliados de Irán como no aliados, han trasladado su pésame a Irán.
¿Qué aliados tiene Teherán? Irán forma parte de una alianza política y militar conocida como el Eje de la Resistencia en la que también están Siria, Hezbolá, Hamás y la Yihad Islámica Palestina (YIP), de acuerdo con el Real Instituto Elcano.
Moussa Bourekba, investigador principal del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) y experto en Oriente Medio, explica a Newtral.es que esta alianza comparte, a nivel discursivo, una oposición al imperialismo estadounidense en la región, y que Israel es la manifestación de este imperialismo.
Irán tiene otros aliados en la región, como las Unidades Populares de Movilización o Hashd al-Shaabi (organización compuesta por diferentes milicias) en Irak y las milicias hutíes en Yemen, según el think-tank European Council on Foreign Relations (ECFR).
Pese a que Irán sea el actor principal del Eje de la Resistencia, sería “erróneo” considerar que Teherán lo lidera y dictamina a cada uno de sus aliados “lo que tiene que hacer, cómo y cuándo”, explica Bourekba.
Existe una agenda doméstica e internacional que marca las decisiones de cada actor. Según este experto, en función de la agenda de cada uno y del momento, tienen más o menos interés en formar parte del Eje. Esto forma un entramado “muy complejo” de alianzas “ad hoc”, es decir, alianzas forjadas para un único fin y en un momento determinado.
Con los años, Teherán se ha abierto al este para sortear las sanciones estadounidenses por, según Estados Unidos, apoyar el terrorismo tras el 11-S. Para sortearlas, Irán se ha acercado a China -con quien firmó un acuerdo en 2021 a 25 años para mejorar la seguridad y la cooperación política- y a socios tradicionales como Rusia, con quien, según Mourebka, “ha desarrollado relaciones comerciales y estratégicas en materia de defensa”.
Por su parte, Venezuela, productor de petróleo como Irán, se ha posicionado del lado iraní y calificado como “terrorista” a Israel.
El objetivo de Teherán es ser un poder regional. Reconciliarse con los países del Golfo forma parte de su estrategia para conseguirlo. En 2023 firmó con Arabia Saudí, rival histórico, un manifiesto de conciliación para rebajar tensiones, reabrir embajadas, rescatar acuerdos económicos y no inmiscuirse en asuntos internos del otro país, explica el investigador en CIDOB.
European Council on Foreign Relations
Moussa Bourekba, investigador principal del CIDOB
Real Instituto Elcano
Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela
Gobierno de Irán