'No podían dar crédito a lo que veían sus ojos. En mitad de la pista azul Rhododendrons, había un coche abandonado sobre la nieve, no muy lejos del hangar las máquinas pisapistas. Los empleados que lo descubrieron se acercaron para comprobar que no fuese algún nuevo módulo de un snowpark sorpresa, y acto seguido llamaron a los Gendarmes.
Los agentes tampoco podían entender como alguien subió por la pista sobre la nieve, dejó el coche atascado y se largó sin avisar a nadie. Con los datos de la matrícula no fue complicado dar con el propietario, que argumentó que "estaba subiendo a alguien que quería esquiar".
Al parecer pretendían llegar a lo alto de la pista. Y aunque estos días no hay tanta nieve como otros inviernos, si había la suficiente como para que las ruedas delanteras quedasen at...'
