Artículo de opinión: El Monstruo de los 39 títulos y superlíder del Clausura 2024 no debe ver fantasmas donde no los hay y menos culpar a los demás. Su poderío está en la cancha, no fuera.
Si en Saprissa quieren encontrar a los culpables de todas las calamidades que vivieron en el primer juego de la final ante Alajuelense (derrota 1 a 0), no tienen que ir muy largo. En el propio camerino morado donde se encuentran los argumentos para ser tetracampeón, están las “fuerzas externas” que señaló el técnico Vladimir Quesada.
El Monstruo de los 39 títulos no necesita ver fantasmas donde no los hay; su poderío está intacto para ganar en la cancha.
Quesada lanzó indirectas contra los árbitros y llegó a decir que parecía que el rival tenía a 15 jugadores. Es lógico que el entrenador y hasta el presidente Juan Carlos Rojas defiendan a los suyos públicamente, pero basta con que vean el video del partido, para que se den cuenta de que no hay defensa que valga.
Este artículo no pretende ponerse del lado de unos y atacar al otro. Simplemente se quiere evidenciar que la culpa no siempre es de los demás y que es necesario mirar hacia adentro. Coloquemos las cartas sobre la mesa y que cada quien juzgue las decisiones arbitrales:
En Saprissa se llenan de furia: ‘Sabíamos que nos iban a condicionar de una manera u otra’
Acá el reclamo de David Guzmán que destaca el informe arbitral pic.twitter.com/3RyETpZm8R
— TD Más (@tdmas_cr) May 23, 2024
Si se deja de lado cualquier tipo de fanatismo, se puede ver con claridad que lo que Vladimir Quesada llamó fuerzas externas, en realidad son errores propios de un plantel que perdió la cabeza, como nunca suele hacerlo.
Aunque el hubiera no existe en el fútbol, no se puede dejar de lado que Javon East tuvo dos ocasiones inmejorables y totalmente solo para anotar, desperdiciándolas ambas en el primer tiempo. ¿Cuál sería la historia si al menos concretaba una? Nos quedaremos con la duda.
Horrores propios le complicaron la vida a Saprissa ante Alajuelense
Un aspecto que sí es real y palpable es que el Monstruo está vivo y tiene todo lo necesario para revertir la serie y llegar a su título 40. Pese a todas las adversidades que pasó en el Morera Soto, los daños fueron menores y su poderío está intacto. Es más, si no puede en la Cueva, tiene dos oportunidades más en la gran final.