La visita de Putin a China y la estrecha relación económica entre ambos desafían a Occidente, que ve con preocupación la alianza entre Moscú y Pekín en medio de la crisis ucraniana
Pekín. El presidente ruso, Vladimir Putin, participó este viernes en una feria comercial en la ciudad china de Harbin, ubicada en el noreste del país, para culminar su visita de dos días a China con el propósito de fortalecer los lazos económicos con el gigante asiático.
En su primera visita desde su reelección como presidente en marzo, Putin se reunió el jueves con su homólogo Xi Jinping, definiendo su relación como un factor de “paz” y “estabilidad” en el mundo.
La alianza estratégica entre ambos países ganó fuerza desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 y las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia, lo que convirtió a Pekín en un pilar económico crucial para Moscú.
Xi Jinping y Vladimir Putin fortalecen lazos en relación ‘propicia a la paz’ mundial
Aunque el comercio bilateral entre China y Rusia alcanzó un récord de 240.000 millones de dólares en 2023, experimentó un freno este año debido a las amenazas de sanciones por parte de Estados Unidos contra los bancos chinos asociados con la maquinaria militar rusa.
En un esfuerzo por impulsar esta relación, Putin se trasladó el viernes a Harbin, una ciudad ubicada a pocos cientos de kilómetros de Rusia que históricamente ha sido un centro de comercio transfronterizo e intercambio cultural entre ambas naciones.
Durante la ceremonia de apertura de la feria comercial Rusia-China, Putin elogió los lazos bilaterales en materia de energía y se comprometió a “fortalecerlos”. Declaró que Rusia está preparada y tiene la capacidad para abastecer continuamente a la economía china, así como a las empresas, ciudades y pueblos, con energía asequible y limpia.
Además, enfatizó el compromiso de profundizar la cooperación bilateral en el ámbito de la alta tecnología y la innovación, especialmente en un mundo que se encuentra en el umbral de la próxima revolución tecnológica.
En cuanto a la guerra en Ucrania, Putin justificó la ofensiva de Moscú en la región de Járkov debido a los ataques de las fuerzas en Kiev en zonas fronterizas rusas. Afirmó: “En cuanto a lo que está sucediendo en el frente de Járkov, es culpa de ellos (de los ucranianos), porque han bombardeado y continúan bombardeando barrios residenciales en zonas fronterizas (rusas), incluido Bélgorod”.
El viaje de Putin coincide con un momento propicio para sus tropas en Ucrania. Poco antes de partir hacia Pekín, el líder ruso celebró que sus fuerzas avanzan “en todos los frentes” tras lanzar una gran ofensiva terrestre este mes.
Las estrechas relaciones entre Pekín y Moscú son vistas con desconfianza desde Occidente, que presiona a China para reducir su respaldo a la economía rusa.
China se declara un actor neutral en el conflicto de Ucrania y nunca realizó criticas a la invasión lanzada por Moscú a finales de febrero de 2022.
En un comunicado a los medios tras su reunión con Putin, Xi manifestó que ambas partes coincidieron en la necesidad de una “solución política” que resuelva el conflicto.
El dirigente chino también expresó su respaldo a “una conferencia de paz internacional que sea reconocida tanto por Rusia como por Ucrania”.
Sin embargo, no hay indicios de que ninguno de los bandos en conflicto esté dispuesto a participar en conversaciones de paz. Ucrania considera que estas solo servirían para que Moscú prepare un nuevo asalto.
China insta a Estados Unidos a ser socios y no rivales
Horas después del encuentro entre ambos líderes, el portavoz de la diplomacia estadounidense, Vedant Patel, afirmó que China no puede jugar en dos bandos con Occidente y Rusia.
“No puede tener ambas cosas y querer tener mejores relaciones con Europa y otros países mientras simultáneamente sigue alimentando la mayor amenaza a la seguridad europea en mucho tiempo”, agregó el portavoz, refiriéndose a la invasión rusa de Ucrania.