El adolescente, actualmente de 45 años, desapareció en 1998. Su familia creyó que pereció durante el conflicto civil que sacudió a Argelia entre 1990 y 2000, pero en realidad estaba confinado en un sótano. Su presunto secuestrador era un hombre de 61 años.
Un adolescente que desapareció en 1998 fue hallado con vida el 12 de mayo en el sótano de la vivienda de su supuesto secuestrador, a escasos 100 metros del hogar familiar en Argelia.
Omar Bin Omran fue rescatado de su captor luego de su desaparición hace 26 años, cuando se dirigía a una institución de formación profesional, según un informe del medio argelino El Khabar.
Omar, ahora de 45 años, fue rescatado del sótano que se encontraba bajo el suelo cubierto de heno en la propiedad de su vecino, quien tenía un espacio que se asemejaba a un corral de ovejas, como se puede observar en una imagen que muestra a la víctima con expresión confundida, la cual fue difundida en redes sociales.
El presunto raptor, un sujeto de 61 años que residía en solitario, fue detenido por la fiscalía general de la ciudad de Djelfa, confirmó el medio El diario amanecer.
Los investigadores fueron alertados por la familia de la víctima después de una publicación en redes sociales realizada por el hermano del sospechoso, sugiriendo la posible implicación de éste en el secuestro, en medio de una disputa familiar por cuestiones hereditarias.
La Gendarmería Nacional (unidad militar) reactivó entonces la investigación y registró la morada del sospechoso hasta descubrir una trampilla oculta bajo el heno en el suelo.
Omar fue trasladado a un centro médico para recibir atención, tanto física como psicológica, mientras que el presunto culpable, cuya identidad no se reveló, enfrentará un proceso judicial por el “atroz crimen”, explicó el medio El diario amanecer.
El supuesto secuestrador del joven también fue acusado de acabar con la vida de su perro, animal que se observa en fotografías junto al adolescente en el año de su desaparición, de acuerdo con reportes de la prensa.
El can permaneció en la residencia del sospechoso durante un mes luego de la desaparición de Omar. Posteriormente, el cadáver del perro fue abandonado frente al domicilio familiar de Omar, lo que sugiere envenenamiento.
Trágicamente, la madre de Omar, quien nunca cesó en la búsqueda de su hijo desaparecido, uno de sus nueve vástagos, falleció en 2013, confirmó su tío a los medios.
Aunque otros miembros de la familia creían que el joven pereció durante el conflicto civil que sacudió al país en la década de 1990 y principios de la del 2000, su madre mantenía la certeza en su corazón de que seguía con vida.
Su último ruego fue: “Por favor, no dejen de buscar a Omar. Estoy convencida de que aún está entre nosotros”.
Además, la víctima confesó a los familiares que, en ocasiones, los veía pasar frente a una ventana en la residencia de su secuestrador, aunque era incapaz de comunicarse con ellos o llamar su atención.