Himmler lideró un trágico plan para engendrar una generación superior y racialmente pura que culminaría en una Alemania completamente aria. El llamado Programa Lebensborn, de inciertos resultados, también incluyó el secuestro de niños de otras naciones ocupadas
En el marco de las políticas raciales del Tercer Reich, surgió un extraño y retorcido programa que, financiado por las SS nazis, pretendía aumentar la población aria tanto en Alemania como en los territorios conquistados tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Una suerte de «fábricas de bebés» en pos de la grandeza de ese Reich de los Mil Años que soñaba Himmler y en el que las mujeres de «sangre pura», la mayoría solteras, pudiesen dar a luz a bebés racialmente superiores.]]>