El régimen franquista se encargó de que el maquis desapareciera de cualquier manifestación cultural o que, en caso de hacerlo, se presentara como una organización criminal. En el ámbito internacional quedó a la sombra de la Résistance francesa. Hasta la llegada de la democracia no se recuperó esta temática sobre la guerrilla antifranquista en la literatura y el cómic
El maquis encarna la lucha guerrillera antifranquista, perviviendo hasta bien entrada la década de los sesenta. En ciertos momentos, supone un verdadero quebradero de cabeza para el Estado, que lo combate en todos los ámbitos, incluido el cultural. El régimen dictatorial intenta anular cualquier rastro de romanticismo en este nuevo guerrillero español que «se echa al monte», situándolo en el extremo opuesto de los patrióticos bandoleros que se levantan contra las tropas napoleónicas durante la Guerra de Independencia, cuyo ejemplo literario más destacado es la novela Juan Martín el Empecinado (1874), de Benito Pérez Galdós.]]>