Aleix Espargaró se merecía ser el héroe de ese cuento de hadas que está escribiendo este fin de semana en el GP de Catalunya ante los ojos de sus pequeños Max y Mía a los que quiere dedicar más tiempo de calidad. El jueves ya por fin verbalizó lo que llevaba meses barruntando, el fin de su carrera deportiva llegará a final de esta campaña. Está en forma, es el Capitán de la escuadra Aprilia desde hace ocho años, pero ya empieza a estar en otra pantalla, la que le permita disfrutar de la bella familia que está creando junto a su inseparable Laura. Se quitó la ansiedad y se fue a por el testigo que le llevó a ganar las dos carreras de Catalunya en septiembre pasado. Sí, con suerte esta vez, por la eliminación de tres de los pilotos que lideraron la carrera. Pero el Circuit le debía a Aleix un triunfo así tras lo sucedido en 2022, cuando perdió por despiste un podio desde la pole.
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