Los libros de la historia del
Girona y de la propia Liga española hablarán para siempre de lo conseguido esta temporada por el conjunto dirigido por
Míchel Sánchez. Un equipo que arrancó el curso con la permanencia como objetivo no solo puso en jaque a los gigantes del campeonato sino que por momentos se permitió soñar con hacerse con el título y certificó su plaza para la próxima
Champions League cuando restaban cuatro jornadas por disputarse. En la última de las mismas, la que se inició este viernes en
Montilivi, el
Girona estaba emparejado con un Granada que también arrancó la temporada con la permanencia como objetivo pero que no ha conseguido la misma. Se presentó el equipo andaluz este viernes en
Montilivi sabiendo hace semanas que el año que viene estará en Segunda, pero no tuvo ningún tipo de piedad el
Girona de los de
Sandoval (en inferioridad numérica del 61' al final por expulsión de Pellistri). Uno tras otro fueron cayendo los goles hasta que el marcador señaló el definitivo 7-0 con el que se dio inicio a la más que merecida fiesta de este
Girona histórico.
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