Hubo una época en la que ir a
Stamford Bridge era como presentarse en la consulta del dentista con una pequeña molestia en las muelas: sabías que te iba a doler. El Chelsea de
Mourinho, el Chelsea de
Conte, incluso el Chelsea de
Tuchel… Las mejores versiones del conjunto ‘blue’ en el Siglo XXI se han caracterizado por ser bloques de hormigón a los que difícilmente se podía derribar. Incluso el Chelsea de
Di Matteo, con sus once soldados colgados del larguero y unas maneras un tanto heterodoxas, era un rival complicado. Que se lo digan al Barça o al Bayern. Este Chelsea de
Mauricio Pochettino ha estado lejos de ser sólido como aquellos, pero es un conjunto que ha evolucionado y cuyo 2024 ha estado a la altura de los mejores de Inglaterra. A la altura, de hecho, de su propia historia reciente.
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