Brais Méndez adelantó a la Real Sociedad ante el Betis con un zurriagazo de falta directa que se coló por toda la escuadra tras tocar en el larguero. Le pegó con el alma el de Mos, que encontró en el empeine la superficie idónea para el golpeo. Un golazo mayúsculo del gallego desde 30 metros que es vital para las aspiraciones realistas de Europa League pero que, además, puede opositar perfectamente a llevarse el premio al golazo del año en LaLiga o incluso mundialmente hablando, con el Premio Puskas.
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