Los
New York Knicks, tan fieros y enteros no hace ni una semana con su 2-0, se desmoronan. Los
Indiana Pacers, más frescos y con una mayor variedad de recursos en su juego y su plantilla, les infligieron un doloroso golpe de realidad tras propinarle una severa paliza en Indianápolis (121-89) para empatar la serie (2-2). En un liderazgo sin demasiados alardes ni necesidad,
Tyrese Haliburton dirigió con 20 puntos a unos Pacers que, contrarrestando el bullicio de Nueva York, ensordecieron a los Knicks con una sinfonía al juego coral y altruista con 31 asistencias frente 18 del conjunto neoyorquino, que llegó a perder de 40.
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