El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su familia han recurrido al Falcon 900 del Ejército del Aire para irse de vacaciones de Semana Santa. Su destino, el palacete de Las Marismillas, en Doñana. Sin embargo, lo que debería haber sido un vuelo placentero se ha complicado y de manera preocupante. Cuando llevaba 16 minutos de vuelo y sobrevolaba Ciudad Real, el Falcon ha comenzado a frenar su velocidad y ha descendido más de 6.000 metros de altura en apenas unos minutos. Una situación que fuentes expertas en aeronáutica vinculan con una despresurización en cabina y un «descenso de emergencia». La aeronave ha dado la vuelta a medio camino y ha regresado a Torrejón con prioridad para aterrizar. Tras ello, Sánchez ha vuelto a salir de Madrid en un Falcon de repuesto.