El italiano de Ducati y vigente campeón de MotoGP ajusta cuentas con el circuito de Barcelona, donde nunca había ganado
Pecco Bagnaia pasó por la curva cinco después de ganar la carrera y le hizo un corte de manga al asfalto. Era el lugar en el que se había caído el sábado cuando iba directo al triunfo y la rabia pudo con el italiano, que quiso vengarse de esa zona que le castigó en el Sprint. El gesto vino después de una exhibición de poderío del vigente campeón, que le ganó el pulso a Jorge Martín y marca territorio en la lucha por el campeonato.
Se coloca segundo y le recorta cinco puntitos a "Martinator", que intentó la escapada pero tuvo que conformarse con el segundo puesto. La mejor opción para él en Montmeló, inteligente y sólido, la versión que le está permitiendo ser líder en este arranque de 2024. Está corrigiendo los errores que le dejaron sin título el año pasado y va a ser un rival difícil de remontar para los otros candidatos al título.
Y en esa pelea por la corona está empeñado en meterse Marc Márquez, que volvió a remontar desde el decimocuarto puesto hasta el podio, esta vez un tercero que le luchó hasta el final a Aleix Espargaró. "Lo siento por él porque se despedía de Montmeló pero feliz porque en un circuito que no me encanta podemos estar con los mejores", confesaba el "93" que se consolida como tercero en la clasificación y sigue sumando mientras mira al medio plazo.
Bagnaia ajustó cuentas con un trazado, el de Barcelona, donde no había ganado en ninguna categoría y que le volvió la cara el sábado con esa caída en la última vuelta de la Sprint.
