"La colaboración siempre es más poderosa que la confrontación", ha señalado el ministro
"Argentina se queda sin embajadora". El Gobierno mantiene el pulso en el conflicto diplomático con Javier Milei a cuenta de los ataques del presidente argentino a Pedro Sánchez y su mujer durante el pasado fin de semana y su nula intención de rectificar. Milei se dirigió a su homólogo español, calificándole de "calaña atornillada al poder" y difamó a Begoña Gómez, a quien acusó de ser una "corrupta".
La reacción de Moncloa fue una petición inmediata de excusas públicas y se avanzó en algunos gestos diplomáticos como la llamada a consultas «sine die» a la embajadora española en Buenos Aires por lo que se interpretaba como un ataque directo a la «soberanía» del país. Sin embargo, desde Argentina no han aflojado y lejos de enmendar su posición, su presidente ha seguido profiriendo ataques contra Sánchez, al que ha tildado recientemente de "cobarde".
En este contexto y ante el anuncio por parte del propio presidente español de que, en caso de no pedir disculpas, España avanzaría hacia una respuesta "acorde a la dignidad del país", el Gobierno ha decidido retirar definitivamente a su embajadora en Buenos Aires. Así lo ha oficializado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
El titular de Exteriores ha dejado claro que "las instituciones españolas no hacen política exterior a través de tuits ni participan en ningún show" y que, aunque mantienen una actitud "vigilante", se ha tomado la decisión de que la embajadora se quede en Madrid. "Argentina se queda sin embajadora", ha oficializado. En este contexto, Albares ha advertido de que "la colaboración siempre es más poderosa que la confrontación".
En Moncloa consideran que están "ante un caso único", porque es inédito en las relaciones diplomáticas entre países, "no existen precedentes de un jefe de Estado que acuda a la capital de otro país a insultar a sus instituciones y hacer una injerencia flagrante en asuntos internos". Esto, dado que la no injerencia es "el principio rector de las relaciones internacionales". "Hay cosas que son discutibles, pero las instituciones son indiscutibles, los gobiernos son indiscutibles", ha señalado Albares.