El mandatario argentino había acusado a la mujer del presidente de "corrupta"
Conflicto diplomático entre España y Argentina. El Gobierno exige al presidente de Argentina, Javier Milei, unas disculpas públicas después de que el mandatario argentino calificara de "corrupta" a la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. El ministro de Asuntos Exteriores ha reaccionado esta tarde en nombre del Ejecutivo y ha anunciado que llamará a consultas a la embajadora de Buenos Aires para tratar la cuestión.
El ministro José Manuel Albares ha tachado de "gravísimas las palabras" del mandatario argentino y ha censurado sus palabras después de haberse puesto "a su disposición" los recursos públicos necesarios para su visita a España. "Esta hospitalidad ha sido respondida con un ataque frontal a nuestra democracia, a las insstituciones y a España", ha denunciado el ministro en una declaración institucional esta tarde, donde ha anunciado que ha recabado el apoyo parlamentario de la mayoría de grupos parlamentarios, a excepción del PP y Vox, quienes no se han pronunciado, según el Gobierno.
Unas declaraciones que se producen después de que el mandatario de Argentina señalara a la esposa del presidente del Gobierno, a la que llamó "corrupta". "No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aún cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se tome cinco días para pensarlo", señaló el mandatario argentino durante la convocatoria de Vox, en referencia al amago de dimisión de Sánchez el mes pasado, tras la investigación judicial a su esposa, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias.
El ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ya había incidido en esta línea tildando al presidente argentino de "internacional Ultra en Madrid", que, a su juicio demuestra que "la ultraderecha es igual en todo el mundo: bulos, odio y recortes". El ministro alertó de que Milei es "un peligro para la democracia" y selaló a Vox y el PP como sus "terminales en España más extremista".
Los socialistas ya habían reaccionado previamente y exigieron al PP de Alberto Núñez Feijóo una condena por las palabras de Milei. "Estamos deseando ver a todos los patriotas de bien salir a condenarla. Los golpes de pecho, la bandera y las pulseritas, ahora", incidían fuentes de la dirección del PSOE.
