El club de Nervión, todavía vigente campeón de la Liga Europa, se está convirtiendo en una comedia de enredo. Los últimos episodios: el "caso Navas" y el adiós de Quique Flores
Triple salto mortal sin red del Sevilla en su deriva circense, tragicómica, dramática y humorística, pues todo eso a la vez es hoy el histórico club de Nervión. Vigente –hasta este miércoles– campeón de la Europa League, por si a alguien se le había olvidado que este equipo no hace ni un año volteaba a monumentos del fútbol continental en su camino hacia el enésimo título de este siglo triunfal, el octavo de Jesús Navas con el escudo que lleva cosido al alma.
De luto por la marcha de la leyenda, el sevillista que acostumbre a echar un vistazo a las noticias antes de dormir vivía una noche de insomnio, porque en los albores del sábado, casi a la una de la madrugada, el siempre prudente Niño Jesús se descolgaba con una durísima carta contra la directiva que, prácticamente, le había enseñado contra su voluntad el camino de la puerta.
Antes de que se desatase la furia popular, a las diez y media de la mañana, el presidente Del Nido Carrasco convocaba a la prensa para, con notable habilidad, mostrar su «alegría porque la mayor leyenda del Sevilla dice que no tiene nada firmado y que no se va por dinero. Le ofrezco un contrato vitalicio para que se retire en el Sevilla cuando quiera y, entonces, trabaje en el club de lo que quiera hasta el último día de su vida». Eso le dijo el dirigente, «el 23 de noviembre en casa de Sergio Ramos a los cinco capitanes del plantel» a los que después se sumó Nemanja Gudelj.
El serbio, los dos campeones del mundo en 2010, Lucas Ocampos, Ivan Rakitic y Fernando Reges serían «la base para reconstruir un nuevo proyecto ganador». En enero, los dos últimos abandonaban el club por diversos motivos, pero Del Nido confiaba en «revertir la decisión irrevocable de irse que ha tomado Jesús. Si me siento con él, en un minuto lo arreglamos». No hizo falta. Una hora después, al terminar el entrenamiento, Navas emitió otro comunicado aceptando la oferta: jugará gratis hasta el 31 de diciembre y se retirará. Su amigo del alma y muñidor en la sombra de la marcha atrás, Sergio Ramos, confía en que termine la temporada.
Las últimas palabras de Del Nido Carrasco dejaban otra noticia de alcance: «Anoche consensué con Quique Flores que no seguirá como entrenador la próxima temporada». Le dio las gracias por los –vitales– servicios prestados e hizo mutis dejando que el técnico madrileño explicase los motivos de la separación. «Es una decisión tomada desde la responsabilidad al término de una etapa de mucha angustia pero muy bonita», decía un Quique apabullado por el «gran desgaste y la quemazón» por haberse «echado sobre la espalda miles de almas sevillistas para evitar que ocurriese algo muy grave», el descenso. «El trabajo está hecho. Ha sido un privilegio trabajar para esta afición».
