Además, hay cuatro heridos oriundos de Noruega, Australia, Lituania y España.
Tres turistas extranjeros, que serían de nacionalidad española, y un afgano murieron "por disparos" a última hora de la tarde el viernes en Bamiyán, una ciudad del centro de Afganistán, anunció a la AFP el portavoz del Ministerio del Interior, Abdul Mateen Qani.
Además de los cuatro fallecidos, cuatro extranjeros y tres afganos resultaron heridos en el ataque, añadió el vocero, que precisó que cuatro sospechosos fueron detenidos.
Según una información preliminar facilitada por fuentes hospitalarias, los tres turistas que murieron eran de nacionalidad española, información que ha sido confirmada por el presidente del Gobierno a través de un tuit en redes sociales, en el que se muestra consternado por el ataque.
Los heridos son oriundos de Noruega, Australia, Lituania y España.
Fuentes diplomáticas indicaron que estaban intentando confirmar la información, incluidas las identidades de los fallecidos.
El gobierno talibán "condena enérgicamente este crimen, expresa sus profundos sentimientos a las familias de las víctimas y asegura que todos los criminales serán encontrados y castigados", declaró Qani en un comunicado.
Un residente local, que no quiso dar su nombre, contó que oyó "el sonido de sucesivos disparos y las calles de la ciudad que conducían al lugar fueron bloqueadas inmediatamente por las fuerzas de seguridad".
Bamiyán, que albergaba dos monumentales estatuas de Buda destruidas en 2001 por los talibanes, es el principal destino turístico de Afganistán.
Los ataques mortales contra extranjeros han sido poco frecuentes desde que los talibanes regresaron al poder en agosto de 2021.
El turismo en Afganistán aumentó en los últimos años debido a que la seguridad mejoró desde que los talibanes pusieron fin a su insurgencia, tras derrocar al gobierno respaldado por Estados Unidos.
Un turista extranjero que llegó el viernes por la noche a la provincia occidental de Herat publicó en un grupo de WhatsApp para viajeros en Afganistán que las autoridades talibanes lo pararon a él y a otros y les dijeron "que, debido a Bamiyán, ya no [estaban] seguros".
Al final "les convencimos para que nos dejaran marchar, nos dijeron que fuéramos a comer rápido y que no nos quedáramos en la calle", relató.
La región de Bamiyán está habitada mayoritariamente por miembros de la comunidad chiita hazara.
Esta minoría religiosa, históricamente perseguida, ha sido blanco reiterado del grupo Estado Islámico (EI), que los considera herejes.