El jefe del Ejecutivo descarta apoyar a Carles Puigdemont y le pide que asuma la realidad: "El independentismo no suma"
El triunfo electoral de Salvador Illa en Cataluña le ha servido de coartada perfecta para explicar la política de indultos y cesiones del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, al entorno independentista. Y si bien el panorama no es muy alentador con la crisis de ERC (llave de gobernabilidad) sobre la mesa y con el prófugo Carles erre que erre con la investidura, la euforia por la victoria sigue latente.
Así no es de extrañar que el presidente del Gobierno haya afirmado en su primera entrevista tras los comicios del pasado 12 de mayo, que estamos en una democracia parlamentaria y que si bien el señor Puigdemont quería ganar las elecciones y formar una mayoría parlamentaria independentista, tendrá que asumir la realidad. "Le costará más o menos tiempo, pero no le dan los números para ser investido president", ha matizado. Ha sido en el programa "Al Rojo Vivo", dirigido por Antonio García Ferreras, donde Sánchez ha dejado claro que el nuevo presidente catalán debe ser el ganador de las elecciones, Salvador Illa, pese a la amenaza de perder los siete apoyos de Junts a su Ejecutivo.
Porque "está completamente descartado", ha manifestado el jefe del Ejecutivo, que el PSC vaya a apoyar una investidura de Puigdemont: "El independentismo no suma y todos los caminos conducen a Illa". En este punto, ha comparado la situación de Puigdemont con la de Alberto Núñez Feijóo, a nivel nacional: "Feijóo entonces quería ganar y sumar mayoría con Abascal y obtuvo un primer puesto, pero sin mayoría, por lo que no lo logró: Ahora Puigdemont tiene una situación muy parecida".
El jefe del Ejecutivo ha aprovechado para cargar contra el jefe de la oposición al que ha acusado de mimetizarse con la extrema derecha de Vox y "desear" que estuviese vivo el "procés". No obstante, el secretario general de los socialistas admite haber tenido "dudas" sobre la amnistía, "al igual que con los indultos", pero cree que tras los resultados del 12M, "muchos entienden mejor la apuesta" que hicieron "por la concordia con decisiones muy arriesgadas y con resultado que no era tan evidente".
También ha querido hablar sobre las acusaciones sobre su mujer, Begoña Gómez: "Es un enorme bulo que lo único que quiere es hacer daño a mi esposa y, en este caso, a mí". Además, anuncia que su mujer ha emprendido acciones legales contra determinados medios porque afirma que su mujer lo ha hecho "todo bien" y "no hay caso, hay fango".
Sin embargo, pese a admitir el ataque del PSOE en un pleno del Congreso contra la mujer de Núñez Feijóo y reconocer que se trataba de una información falsa, se niega a pedir disculpas. ¿El motivo? Los continuos ataques contra su mujer. Porque para el jefe del Ejecutivo, el PP es el único que arremete y pone en marcha su "maquinaria del fango" para dañarle en lo personal. Así ha vuelto a recordar el polémico "me gusta la fruta" de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que ha acusado de ejercer "violencia política".
El presidente del Gobierno ha tirado de "victimismo" para justificar sus cinco días de reflexión. "Muchas veces se nos olvida que detrás de los políticos hay personas a las que afectan los ataques injustos que se pueden hacer", ha manifestado, no sin antes denunciar la "campaña de bulos e intoxicación" por parte de muchos "tabloides digitales", que después PP y Vox elevan a la categoría política". Y eso, ha hecho hincapié, lo ha sufrido su pareja.
En esa férrea defensa de su pareja, Sánchez ha explicado que su mujer no escribió "cartas de recomendación", sino que se trata de "una declaración de interés a un concurso donde había más de una treintena de instituciones", entre las que se encontraba el Ayuntamiento de Madrid. No obstante, se ha mostrado convencido de que el PP "va a continuar en el ataque" a su pareja y ha subrayado que no tiene "ninguna duda" de que va a ser citada para declarar en la comisión del Senado. "Van a llamar a mí mujer, me van a llamar a mí y van a hacer cualquier cosa para quebrarme, pero no me van quebrar", ha concluido.
