Una directiva del Gobierno, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, marca una serie de objetivos para una mayor seguridad de los que nos visitan
“Si bien las amenazas y riesgos a los que se enfrenta el turismo en el ámbito de la seguridad no son diferentes a los que está sometida la sociedad en general, debemos tener en cuenta que nos encontramos ante un sector especialmente sensible a aquellas, de manera que cualquier incidente o la percepción de inseguridad repercute negativamente sobre los flujos de turistas que se trasladan a un determinado destino”. Así se indica en la directriz de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior por el que se establece un plan de Turismo Seguro hasta 2027, al que ha tenido acceso LA RAZÓN.
Se recuerda que “en 2023 se ha estimado un volumen de llegadas por turismo a nuestro país de 85 millones de personas, lo que supondrá unos ingresos por actividad turística del sector de más de 183.000 millones de euros, con una contribución del 14.6% al PIB y un volumen de empleo de 2,8 millones de trabajadores. Todo ello pone de manifiesto el fuerte impacto de dicho fenómeno sobre las diferentes políticas públicas”.
Subraya Interior que “como reiteradamente vienen poniendo de manifiesto los indicadores comparados de criminalidad, España es uno de los países más seguros de la Unión Europea y del mundo, y son precisamente las condiciones de seguridad en nuestro país, unidas a otros factores como el clima y entorno medioambiental, la riqueza cultural y patrimonial, la gastronomía, el atractivo que ofrece su litoral costero e islas y sus territorios del interior, además de la calidad de sus servicios públicos y la acogida de la multiculturalidad y diversidad humana que nos visita, son factores todos ellos que afianzan la confianza y posicionan a España como un destino muy atractivo, siendo una reconocida potencia turística a nivel mundial”.
Por ello, y dado que “la industria turística española ha experimentado una gran transformación en los últimos años, pasando de ser un destino de sol y playa a ofrecer una oferta turística de mayor calidad y diversidad”, es necesario adoptar una serie de medidas.
De hecho, “se ha producido un auge del turismo interno generado por ciudadanos nacionales que se desplazan por nuestro país por el litoral peninsular e insular, pero con un creciente aumento del turismo interior asociado a la naturaleza, el medioambiente y la diversidad y riqueza cultural en zonas más despobladas, que presentan unas características propias que las diferencian del turismo de costa o playa, por el uso de alojamientos rurales para el aprovechamiento del medio natural”. “Asimismo, nuestro país es foco de atracción de peregrinaciones, muestra de ello es el conocido Camino de Santiago y sus numerosas rutas jacobeas”.
Tras recordar la incidencia de la cibercriminalidad en este sector, lo que obliga a adoptar medidas concretas, el plan se marca como objetivos principales:
1. Generar las condiciones necesarias para que los turistas, nacionales y extranjeros, durante su estancia o desplazamiento por el territorio nacional, puedan desarrollar sus actividades de ocio y descanso en un entorno seguro, de tranquilidad y confianza, promoviendo y garantizando su seguridad personal y la de sus bienes.
2. Apoyar y contribuir activamente a las actuaciones desplegadas en el sector por el Gobierno y por las Administraciones Autonómicas y Locales a fin de gestionar óptimamente la seguridad del turismo.
3. Apoyar al sector turístico español y contribuir al fortalecimiento de nuestra competitividad turística, mejorando la experiencia turística en España en materia de seguridad.
4. Contribuir al mantenimiento y mejora de la imagen de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, promoviendo un mayor acercamiento y confianza del turista a nuestros cuerpos policiales.
5. Mejorar la cultura de seguridad de los profesionales del sector turístico para evitar que puedan ser víctimas de algún hecho delictivo.
6. Cooperar en la corresponsabilidad social entre todas las instituciones públicas y privadas que intervienen en el sector, contribuyendo además a preservar un entorno sostenible.
Por lo que respecta a las medidas policiales preventivas, se adoptan una serie de medidas destinadas a que la estancia de los turistas sea lo más segura posible. “Se incrementará la presencia y vigilancia preventiva policial en infraestructuras de transporte terrestre, aéreo, ferroviario y marítimo, así como en áreas de descanso situadas en las principales vías de comunicación y aquellos otros lugares y espacios detectados como de mayor riesgo para la seguridad de los turistas”.
Asimismo, se reforzarán, en el ámbito de los delitos contra el medioambiente y contra el patrimonio, los planes operativos frente a la delincuencia itinerante y a los robos en viviendas para dar respuesta a posibles ilícitos con motivo de la ocupación de los apartamentos turísticos.
También, se potenciará el Servicio de Atención al Turista (SATE), que tiene como finalidad atender al turista extranjero que durante su estancia en nuestro país haya vivido una situación que requiera intervención o apoyo policial, facilitando la atención en su propio idioma (se reforzarán los cursos para los agentes) con la disposición de intérpretes, y la comunicación que precisen con consulados, embajadas y países de origen. “Se favorecerá la incorporación de agentes policiales de otros países para integrarse en los servicios policiales correspondientes en los períodos y zonas en los que resulte beneficioso por la alta concentración de turistas de una determinada nacionalidad”, subraya.
Está previsto establecer “canales de comunicación y articular mecanismos de colaboración con los representantes de las asociaciones, organizaciones y empresas del sector turístico, concertando con ellos reuniones en las que los expertos policiales puedan ofrecerles asistencia técnica y apoyo sobre los problemas de seguridad que implican mayor riesgo para el sector en general y los turistas en particular.
