Los soldados rusos avanzan en el sur y el este de Ucrania, pero la OTAN cree que hay margen para repeler la ofensiva
A pesar de los continuos ataques rusos, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha viajado a Járkiv para discutir las medidas necesarias para repeler la incursión rusa en la región con el jefe del Ejército, Oleksandr Syrskyi, y otros líderes militares. «A día de hoy, la situación en la región de Járkiv está generalmente bajo control, nuestros soldados están causando pérdidas importantes al ocupante», informó Zelenski tras la reunión, aunque reconoció que la situación «sigue siendo extremadamente difícil» y prometió «reforzar» las unidades ucranianas en la zona.
Según el Ejército ucraniano, los planes de Rusia de adentrarse en Vovchansk y afianzarse allí han fracasado, ya que las unidades ucranianas continuaron el combate urbano en el norte de la ciudad. Durante la noche se produjeron 23 combates en la zona, mientras los avances rusos se ralentizaron. Fuerzas adicionales han sido trasladadas en la zona, incluidos soldados de la brigada «Jartia», que informó haber repelido un asalto ruso y matado a ocho soldados con drones explosivos y artillería sólo cerca de la aldea de Lyptsi. Un vídeo publicado por las fuerzas de la guardia fronteriza de Ucrania mostró a sus soldados participando en combates cuerpo a cuerpo en Vovchansk. Al menos 35 soldados rusos murieron o resultaron heridos y 14 equipos fueron destruidos.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos, Rusia ha logrado avanzar unos ocho kilómetros de profundidad en el territorio de la región desde el inicio de la incursión hace una semana. A pesar de capturar poco terreno nuevo durante el último día, sus tropas continúan atacando la zona con artillería y bombas aéreas guiadas. La OTAN, sin embargo, considera que Rusia no cuenta con la capacidad y habilidad necesaria para realizar avances estratégicos en Ucrania tras las últimas ofensivas rusas contra la región de Járkiv.
El alcalde de Vovchansk, Tamaz Hambarashvili, ha resultado herido en uno de esos ataques en una aldea cercana, junto con dos conductores y dos paramédicos, mientras continúa la evacuación de civiles en la zona. Dos personas murieron y cuatro resultaron heridas en Chuguiv, atacada por misiles S-300 desde el otro lado de la frontera.
Durante su viaje a Járkiv, Zelenski también visitó en el hospital a los soldados ucranianos heridos en los combates en esta región y les otorgó un reconocimiento. «Agradezco a nuestros soldados por su servicio, por su valentía. Ucrania está orgullosa de cada uno de sus defensores», afirmó.
La situación cerca de Pokrovsk, en la región de Donetsk, sigue siendo la más complicada: Rusia lanzó 79 ataques sólo en el último día. Ucrania se ha retirado de allí en las últimas semanas, incapaz de detener los avances rusos en medio de la escasez de municiones y defensas aéreas. Rusia también ha lanzado ataques aéreos contra varias ciudades ucranianas. Al menos 19 personas resultaron heridas después de que una zona residencial central fuera atacada en Jersón, con la víctima más vieja de 98 años.
Al presionar a lo largo de la línea del frente y atacar ciudades ucranianas, Rusia busca demostrar que puede luchar tanto tiempo como quiera y difundir el pánico entre los civiles, cree el analista militar Oleksandr Kovalenko. Rusia busca obligar a Ucrania a iniciar negociaciones en sus propios términos para ganar tiempo y preparar sus fuerzas para una nueva ofensiva.
