La autora, que ha fallecido este martes con 92 años, deja como legado una serie de relatos en los que reflejó las complejidades de la condición humana
Alice Munro ha dejado un vacío en el mundo literario tras fallecer este martes a los 92 años. Pero también ha aportado un legado artístico insuperable, tan exitoso y aplaudido como para quedarse de por vida con el apodo de "la Chéjov canadiense". La autora se alzó con el Premio Nobel de Literatura en 2013, y es considerada maestra del cuento y del relato, géneros que ha cultivado y renovado a lo largo de su vida y obra a través de títulos donde supo reflejar las complejidades de la condición humana. Entre su extensa bibliografía, citamos cinco de esos libros que ayudan a recordar a la eterna Munro.
En 2012 Munro sorprendía con la publicación de esta colección de cuentos, en los que retrató comienzos, finales y virajes del destino. Una obra en la que incluyó escritos que dedicó a su propia vida, notas donde lo personal se funde con la ficción y que, según explicó Munro, surgieron como "una revelación que algo que no se agota porque está en las palabras, y un poco más allá de ellas".
Deliciosa novela autobiográfica en la forma pero no en los contenidos, donde Munro mostró su maestría y su peculiar modo de ver la realidad. "La vida de la gente, en Jubilee como en todas partes, era aburrida, simple, asombrosa e insondable... cuevas profundas cubiertas de linóleo de cocina". Estas pocas palabras bastan para reconocer el talento de una espléndida narradora, que regaló esta obra al público en 1971.
En 2009, Munro lanzó esta nueva colección de cuentos. Una serie de anécdotas en apariencia banales que se transforman en pura emoción. Un estilo con el que la narradora mostró sus emociones sin dificultad, gracias a un talento excepcional que arrastra al lector dentro de las historias casi sin preámbulos.
Quizá una de las obras más importantes de Munro, publicada en 1982. En estos relatos, conmovedores y sorprendentes, la canadiense pone sobre la mesa varios aspectos: traiciones, reconciliaciones, amores consumados y lamentados. Pero los hechos que realmente subyacen en estas historias son las transformaciones de los personajes a lo largo del tiempo. Un reflejo del ser humano que nadie ha sabido transmitir de forma tan sutil y potente como Munro.
En los diez relatos que componen esta obra, publicada en 1990, Munro recrea, de nuevo, los misterios que anidan en el centro de la experiencia humana. Múltiples vidas circulan por sus páginas, las de los hombres y mujeres que rememoran los deseos y los sueños que enterraron hace ya quizá demasiado, así como las que resultaron de elecciones incomprensibles pero que las ha moldeado hasta convertirlas en lo que son.
