Atribuye la revisión al alza de la previsiones de crecimiento al efecto estadístico y al gasto público
«La economía española presenta un crecimiento endeble, con una expansión apoyada en un impulso estadístico artificial, dopado por el gasto público, que expulsa al crecimiento productivo». Esta es una de la principales conclusiones que extrae el Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) en su último informe «Perspectivas Económicas de Primavera», que ha modificado al alza la previsión de crecimiento para este año, hasta una horquilla comprendida entre 1,57 % y el 1,7%, debido, precisamente, a las modificaciones estadísticas. «No se aprecia, por tanto, una aceleración real de la economía en 2024, sino un efecto estadístico impulsado por el efecto arrastre y por el incremento del gasto público», señala el análisis. En este sentido, recuerda que la deuda pública no deja de crecer y se acerca ya a los 1,6 billones de euros. Un avance del gasto público que, a juicio del centro de estudios que dirige José María Rotellar, «está expulsando de la economía la inversión productiva privada».
Asimismo, alerta de que el retorno de las reglas fiscales en 2024 y el mantenimiento de la política fiscal restrictiva durante más tiempo de lo previsto, junto con el empeoramiento de la actividad económica en muchos países de la Unión Europea, especialmente en Alemania, «puede afectar de manera muy importante a la economía española, a través de un descenso de las exportaciones y del turismo recibido, que ha contribuido de manera importante al crecimiento de la actividad».
Por tanto, el observatorio insiste en la necesidad de reducir el gasto para cumplir con las reglas fiscales. Y es que apuntan a que el déficit sobre el PIB se reduce por el efecto de la inflación en los ingresos y en el PIB nominal porque el sector público continúa aumentando el gasto. «La propia Comisión Europea dice que los esfuerzos de reducción del déficit son insuficientes y le preocupa el crecimiento del déficit estructural», añade.
En el capítulos del empleo, apunta a que éste «no se crea, sino que se reparte», algo que se evidencia en el descenso de las horas trabajadas. Asimismo, advierte de que España tiene la tasa de paro general y juvenil más alta de Europa, y que hay más de 700.000 trabajadores fijos-discontinuos en el situación de desempleo que no se contabilizan como parados.
En lo referente a las empresas, el observatorio advierte de un crecimiento de los costes laborales y una caída de la productividad, al mismo tiempo que suben los impuestos que «asfixian» a las compañías y hace que sean menos competitivas, perdiendo mercados, actividad y empleo. También constata la intervención del sector público en el ámbito empresarial con la entrada del Estado en Telefónica, algo que se traducirá en mas deuda pública.
Asimismo, los impuestos a la banca y a las energéticas les han hecho replantearse nuevas inversiones en España, lo que puede suponer una merma de la actividad y el empleo en el medio y largo plazo, a lo que une una mayor inseguridad jurídica, lo que puede ahuyentar las inversiones, «elemento preocupante máxime cuando desciende con fuerza la inversión extranjera».
