Los F-18 desplegados en Lituania volaron hasta Rumanía para realizar ejercicios de combate aéreo junto a los Eurofighter que protegen el Mar Negro. Un A400M de reabastecimiento les apoyó
De Lituania a Rumanía. Es el trayecto que el martes cubrieron los cazas F-18 españoles que protegen el espacio aéreo báltico para entrenarse junto a los Eurofighter que hacen lo mismo en el área del Mar Negro. Más de 1.500 kilómetros para llevar a cabo unos ejercicios de combate aéreo que van más allá de unas simples maniobras, pues son una demostración de fuerza y capacidades como parte de la disuasión de la OTAN frente a Rusia. Algo que la propia Alianza Atlántica ha ensalzado, destacando tanto esas capacidades como la "preparación y disponibilidad" de las Fuerzas Armadas españolas.
España acaba de desplegar recientemente un destacamento aéreo en la localidad lituana de Siauliai, compuesto por 150 efectivos, ocho cazas F18 y un A400M, en el marco de la misión de Policía Aérea del Báltico (BAP, por sus siglas en inglés) y, al mismo tiempo, otros cinco aviones F-18 y 57 efectivos se encuentran cerca de la ciudad rumana de Constanza como parte de un despliegue "exprés" para demostrar la capacidad de reacción rápida ante cualquier crisis.
Aprovechando esta presencia en dos puntos claves del flanco Este, el Ejército del Aire quiso demostrar la agilidad y disponibilidad de estas fuerzas españolas de disuasión no solo para las habituales misiones de Policía Aérea, sino para mostrar esa capacidad de despliegue rápido en cualquier punto del territorio aliado si se llegase a necesitar, en este caso, en el espacio aéreo rumano. De ahí la importancia de contar con el apoyo del A400M de reabastecimiento para ampliar el alcance de los cazas sin necesidad de aterrizar.
Y es lo que destaca la OTAN a través del Comando Aéreo Aliado con sede en Ramstein (Alemania), que ensalza "las capacidades, la disponibilidad y la preparación" de los militares y medios españoles puestos a disposición de la defensa colectiva de la Alianza.
Todo comenzó con un vuelo de alrededor de cinco horas de varios F-18 del destacamento "Vilkas" desde Lituania hasta Rumanía, donde fueron recibidos por los Eurofighter del destacamento "Paznic". Allí, en el espacio aéreo rumano, también vigilado entre otros por aviones de combate británicos, realizaron una serie de ejercicios de combate aéreo, protegiendo al mismo tiempo los cielos del área del Mar Negro.
Para la OTAN, el apoyo del A400M de reabastecimiento supone una "capacidad fundamental", pues permite ampliar el alcance de los aviones de combate y agilizar los repostajes. Así, mandan un nuevo mensaje a Rusia de que las fuerzas aliadas están preparadas y disponibles para actuar en cualquier momento y en cualquier lugar.
Pero España no solo contribuye a esa vigilancia del espacio aéreo aliado con cazas, sino que desde hace años pone a disposición de la Alianza Atlántica el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de Torrejón de Ardoz (Madrid), encargado de la vigilancia de la mitad sur de Europa, una zona que abarca 14 países y 11 millones de kilómetros cuadrados (desde las Islas Canarias hasta Turquía y desde las Islas Azores hasta Rumanía). Es uno de los dos Centros de este tipo con los que cuenta la Alianza, que vigila el norte desde la localidad alemana de Uedem. Son los radares de este centro español los que controlan el espacio aéreo en esa zona del Mar Negro y los que alertan a los cazas de la Policía Aérea cuando detectan "trazas" sin identificar que se consideran posibles amenazas. Una misión a la que también apoya nuestro país con el destacamento "Tigru" en Rumanía, gracias a su radar de alerta temprana controlado por 40 efectivos del Ejército del Aire.
En su comunicado, el Comando Aéreo Aliado reproduce las palabras del comandante del CAOC de Torrejón, teniente general Juan Pablo Sánchez de Lara, quien destaca que "este tipo de entrenamientos son extremadamente importantes tanto para nuestra tripulación aérea como para nuestro personal de tierra". Por ello, hizo hincapié en que "aprovechamos cualquier oportunidad para mejorar las habilidades de nuestros pilotos y demostrar sus capacidades y preparación".
Y no se olvidó de la importancia de poder contar con aviones de reabastecimiento en vuelo como el A400M, algo que "proporciona aún más beneficios" tanto a los entrenamientos como a las propias misiones.
De esta forma, quiso poner de relieve que estas misiones demuestran que "la OTAN cuenta con unas fuerzas sólidas y flexibles para apoyar la disuasión y defensa de la Alianza", añadiendo que maniobras como estas sirven para "preparar a nuestras fuerzas para proteger a los ciudadanos y el territorio de la Alianza de ataques armados cuando sea necesario".
