El miembro del Gobierno de Netanyahu le acusa otra vez de no haber condenado explícitamente a Irán por su bombardeo a territorio israelí
El ministro de Israel para la Diáspora, Amichai Chikli, ha acusado ahora al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de no tener "brújula moral" en su política exterior porque, entiende, no condenó explícitamente a Irán tras su ataque aéreo el pasado sábado contra territorio israelí y por su posición a favor de que Palestina sea reconocido como Estado.
"Sánchez, por decirlo de alguna manera, no tiene un brújula moral clara", ha defendido este miércoles durante un evento en Bruselas de la Asociación Judía Europea.
Continúa así las críticas de este ministro israelí contra el mandatario español después de que hace solo tres días cuestionase el tuit con el que Sánchez se pronunció sobre la inédita ofensiva iraní con 320 drones y misiles.
El miembro del partido y del Gobierno de Nethanyahu aseguró que el presidente de España es un "cero absoluto". Sánchez había trasladado públicamente su "máxima preocupación" por lo que calificó de escalada de tensiones en Oriente Próximo en la madrugada del pasado sábado.
Llamó también a evitar la escalada u aseguró que mantenían el contacto permanente con las embajadas españolas en esta zona de Oriente Medio para dar atención a todos los españoles que allí se encontraban.
Este dirigente de Likud, el partido ultracatólico y de extrema derecha del primer ministro de Israel, señaló, en cambio, a Vox como su principal aliado político en nuestro país por "apoyar a Israel en su lucha contra el terrorismo yihadista" y, celebró el ministro, el ataque de Hamás que prendió la mecha de la guerra en Gaza ha servido para que "caigan las máscaras" entre los presidentes internacional.
Pidió, asimismo, sanciones económicas "contundentes" de los Estados miembros europeos contra el régimen de los ayatolah y reivindicó la necesidad de seguir con la ofensiva que mantienen contra Hamás, las autoridades palestinas y los civiles gazatíes en la Franja hasta eliminar a todos los líderes, "incluidos los que están en un jacuzzi en Doha (Qatar)".
