Continúa la tendencia a la baja del coste del oro líquido. El aceite de oliva se ha desinflado alrededor de un 20% en origen desde principios de año, cuando alcanzó su máximo histórico debido al aumento de la producción por encima de lo esperado en España, entre otros factores. Son datos del observatorio de precios Infaoliva, que arroja que el aceite de oliva virgen extra de la variedad picual ha cotizado este martes a 7,12 euros por litro. Esto se traduce en una bajada del 20,7% en comparación con mediados del pasado mes de enero, momento en el que registró un precio récord de 8,98 euros por litro.
Lo cierto es que desde entonces, el aceite de oliva virgen de esa variedad se ha abaratado un 22,1%, vendiéndose este martes a 6,51 euros por litro, frente al aceite lampante que ha visto reducir su precio un 23,9%, alcanzando actualmente los 6,51 euros por litro. Según el estudio de Infaoliva, los descensos de precio en esos tres tipos de aceite han rondado el 18% en comparación con la última semana. Mientras, el sistema de información de precios en origen Poolred ha reflejado que el aceite de oliva se ha vendido este martes a 7 euros por litro en general.
Igualmente, los últimos datos registrados en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) correspondientes a la semana 13 de 2024 (del 25 al 31 de marzo) confirman una bajada progresiva en todas las categorías de aceite de oliva durante las últimas cinco semanas. Así, frente a las cotizaciones máximas de la actual campaña, que marcaron un coste de alrededor de 9 euros por litro para el virgen extra y de 8,5 euros para el virgen a principios de este 2024, los precios habían descendido hasta situarse a finales de marzo en los 8,21 euros por litro en el virgen extra y a 7,79 euros por litro de virgen. Aún así, cabe decir que este preciado liquido ha incrementado su precio medio un 61,7% de media respecto a la campaña pasada, según los datos del MAPA.
Esta caída de los precios que se ha registrado a lo largo de los últimos meses tiene lugar en un contexto en el que la producción de aceite de oliva ha excedido en tan sólo los primeros cuatro meses de campaña (es decir, de octubre a enero) las expectativas iniciales de cosecha que se tenían para la campaña completa 2023-2024. En concreto, ha ascendido a 831.000 toneladas en el acumulado hasta febrero.
Por su parte, el ministerio prevé que la producción de aceite de oliva ascenderá finalmente a 845.000 toneladas esta temporada, suponiendo un aumento del 27% respecto a la anterior. Además el consumo interior rondará las 400.000 toneladas, superando las 363.579 toneladas de la campaña previa, cuando se experimentó un alza de los precios por la caída de la producción como consecuencia de la sequía.
En cuanto a Andalucía, que es la región en la que hay una mayor superficie de olivar en España, se vive cierto alivio con respecto a la grave situación de sequía que atravesaban, tras las precipitaciones de marzo, si bien se mantiene la escasez hídrica y las diferencias por zonas.
