Si alguien piensa que la elección presidencial está decidida, está en un grave error, toda vez que existen diversos datos duros que indican lo contrario, como la movilización tumultuaria del próximo domingo en todo el país y allende nuestras fronteras y que, ahora, a diferencia de las tres anteriores realizadas por la ‘marea rosa’, tendrá varios invitados de lujo como la misma Xóchitl Gálvez.
Hay que recordar que este activismo de la sociedad civil participativa comenzó tomar relevancia por las banderas políticas que enarbolaron, como la defensa del voto y de la democracia; de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Poder Judicial. Sin embargo, ahora irrumpe con mayor fuerza en apoyo a la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, conformada por el PAN, PRI y PRD.
Mientras que la fuerza del oficialismo radica en una batería de encuestas maiceadas y por movilizaciones aceitadas con recursos públicos, en el mejor de los casos, la oposición se mueve con ciudadanos libres que de forma voluntaria atiborran la principal plaza pública de la capital del país, así como en más de 90 ciudades del territorio nacional.
El tercer debate presidencial se llevará a cabo el mismo día de la marcha de la ‘marea rosa’, con lo que tendrá, sin duda, mayor fuerza moral y respaldo social la hidalguense a la hora de medir sus capacidades y propuestas con Claudia Sheinbaum.
En cuanto al tercer aspirante, Jorge Álvarez Máynez, diremos que su paso por esta instancia, será solo anecdótica y quedará visto como un esquirol que pretendió sabotear a la oposición, no obstante el llamado que hiciera su correligionario, Luis Donaldo Colosio Riojas, en el sentido que dimitiera en favor de Xóchitl Gálvez.
Está visto que fue metido con calzador a la contienda presidencial y al negarse a sumarse a la oposición, como muchas veces lo hizo como legislador, quedan al descubierto sus aviesas intenciones.
Los simpatizantes de Movimiento Ciudadano deben reflexionar en la utilidad de su voto para efectos de los dos proyectos políticos que están en disputa y no desperdiciarlo en una causa que desde ahora carga con la derrota.
Ese voto útil y el voto de los switchers, sin duda, van a inclinar la balanza, ya sea hacia la opción que quiere echarle el segundo piso a la transformación, es decir, consolidar el totalitarismo o de plano, sumarse al cambio que defiende a la democracia, las instituciones y el Estado de derecho.
La militancia no debe tirarse al vacío con Dante Delgado en un acto de fe, ya que este solo piensa en mantener sus cotos de poder por muchos años más, sin tener altura de miras y la comprensión sobre el momento crucial por el que transita México en estos tiempos.
El compromiso histórico de los ciudadanos es salir a votar el 2 de junio, incluso, sin importar por quién hacerlo, para luego defender con todo el cumplimiento de la voluntad popular y no permitir bajo ninguna circunstancia que se pierda la elección en los tribunales electorales o en la declaratoria de Estado de excepción para anular los resultados de la contienda.
La cita con la historia está por llegar y no solo para México, sino todo para lo que conlleva en la relación multilateral con otras regiones del orbe.
Los ojos del mundo estarán puestos en la elección mexicana y es deseable para todos que se mantenga la gobernabilidad y se respete el resultado de la elección.
Para ambas candidatas ya les quedó claro, porque así se lo hicieron saber los ciudadanos que acudieron a su encuentro, que la situación que impera en el territorio nacional está en ebullición, ya sea por la polarización o por los acuciantes problemas que ha ocasionado un gobierno inepto.
Todo depende del color del cristal con que se miren las cosas, ya que para los beneficiarios de los programas asistenciales del gobierno, no hay más ley que la que dicten López Obrador y Claudia Sheinbaum, mientras que para otro sector de la población, ocurre todo lo contrario, no los avalan ni les dan su respaldo.
Ya solo es cuestión de días para dilucidar el gran misterio, mientras tanto, veremos el tercer debate presidencial con lupa y asistamos a la marcha de la ‘marea rosa’.