La kombucha y otros alimentos fermentados se han vuelto populares porque les atribuyen beneficios para la salud digestiva.
Existe una amplia variedad de remedios naturales que prometen aliviar malestares digestivos, como el té de jengibre o el té de orégano, todos ellos responden al interés por conseguir una vida más saludable, como ha pasado en los últimos años con el incremento del consumo de probióticos en la dieta diaria.
A raíz de esta intención creciente, han aparecido suplementos que los contienen, a los que les atribuyen beneficios como el equilibrio de la flora intestinal y el fortalecimiento del sistema inmune.
Aunque los probióticos no son una novedad porque están presentes en varios alimentos de consumo cotidiano, ahora los encontramos en diferentes presentaciones, desde bebidas hasta cápsulas, ¿pero qué tan útiles son realmente?
Primero es importante saber que nuestro cuerpo es hogar de miles de microorganismos y aunque puede sonar como algo peligroso o que tenemos que solucionar, la ciencia señala que la mayoría de ellos son útiles para un adecuado funcionamiento.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, el microbioma humano está compuesto por virus, hongos y bacterias. El doctor Eugene Chang, dedicado al estudio de microbios intestinales, destaca que este microbioma tiene la misma importancia que “el cerebro, el hígado, los riñones o el corazón”.
Entonces los probióticos son microorganismos vivos, como bacterias o levaduras, que actúan principalmente en el aparato digestivo. La misma fuente indica que la mayoría de estos microbios habitan en el intestino grueso, por lo que el consumo de suficientes probióticos se traduce en protección de los órganos involucrados en este proceso. Pero eso no quiere decir que es necesario suplementarnos.
Entre los probióticos con mayor investigación de respaldo y que son más recomendados están los siguientes géneros de bacterias:
El doctor Chang señala que: “los microbios intestinales ayudan a regular nuestro metabolismo: la digestión, la absorción y el uso de nutrientes”; también podrían ser útiles para reducir la inflamación intestinal. Sin embargo, la fuente advierte que no todas las presentaciones en las que están disponibles los probióticos, tanto en alimentos como en suplementos, han sido estudiados y su impacto no es comprobable.
Los alimentos fermentados son la principal sugerencia para incrementar el consumo de probióticos, debido a que el proceso preserva las bacterias buenas, pero es importante saber que no todos los fermentados contienen probióticos debido a que para ser efectivos, los microorganismos deben estar vivos y en algunos procesos mueren, como en la elaboración del pan de masa madre.
El doctor Mauricio González, especialista en medicina interna y medicina de emergencia, advierte que es necesario prestar atención cuando buscamos incrementar el consumo de probióticos y especialmente al elegir alimentos y bebidas procesadas debido a que “contienen altas cantidades de azúcar. Es vital que revisemos las etiquetas para evitar sorpresas”.
De acuerdo con una publicación de la Universidad de Harvard, el yogurt es el alimento preferido para esta finalidad y el aporte depende de la marca, pero aproximan que el contenido de probióticos por porción es de 90 mil millones y 500 mil millones UFC (Unidades Formadoras de Colonias). La cantidad depende de la cepa y del uso.
La kombucha es una bebida originaria de China, su popularidad ha crecido en los últimos años. Es preparada con té azucarado y fermentado, por lo que le atribuyen varios beneficios, entre ellos, la prevención del estreñimiento debido al aporte de bacterias y levaduras.
En un estudio publicado por los NIH recopilan varios estudios que evalúan la actividad biológica de la kombucha, especialmente en lo relacionado a sus propiedades antioxidantes, antidiabéticas, de prevención de enfermedades cardiovasculares e incluso del aumento de la esperanza de vida.
Sin embargo, dicha fuente destaca que la mayoría de estos beneficios solo han sido probados en animales, por lo que hace falta investigación para probar científicamente sus beneficios en los humanos. La misma advertencia aplica para otros alimentos como: vinagre de manzana, chucrut, kimchi, queso y miso.
La Universidad de Harvard, aclara que no hay una “ingesta diaria recomendada” y lo ideal es incorporarlos de manera natural a la dieta. Destaca la versatilidad del yogurt para usarse como aderezo e ingrediente sustituto en repostería.
Aunque cada vez existen más opciones para suplementarse con probióticos, que incluso se venden en cápsulas, los doctores antes citados recomiendan que para elegir los más adecuados, de acuerdo con las necesidades particulares, es mejor contar con instrucción médica.
