Lo que está muerto no puede morir, pero el PSOE de Ceuta sí es capaz de implosionar dos veces en ocho semanas. La Gestora que desde finales de abril lleva sus riendas en la ciudad, donde los socialistas son clave desde 2020 para dar estabilidad al Gobierno de Juan Vivas (PP), ha abierto este miércoles un expediente disciplinario de expulsión a dos de sus seis diputados en la Asamblea regional por romper su disciplina de voto y apoyar una modificación del Presupuesto de la Ciudad que la dirección orgánica había acordado rechazar.
Lejos de pacificar las cosas, la reciente salida del hasta entonces barón omnímodo socialista, Juan Gutiérrez, que forjó un partido de aluvión para ganar las elecciones de mayo de 2023, ha terminado por hacer volar por los aires su estructura orgánica y también su representación institucional. El PSOE reclama a los dos díscolos sus actas, que ninguna fuente consultada cree que vayan a entregar, y ha acusado al PP de “recurrir al transfuguismo y a la compra de voluntades para poder seguir gobernando como cuando tenían mayoría absoluta”.
El empresario Navil Rahal, que casi recién llegado al partido ocupó el número 3 en la candidatura de mayo de 2023, y la técnico en Prevención de Riesgos Laborales Fidda Mustafa, que hace un mes sustituyó en el Pleno al secretario general defenestrado a mediados de marzo, han desoído la consigna interna “sin argumentación alguna” según fuentes de su entorno de votar no.
Ambos han secundado la propuesta del PP a pesar de que la ausencia en el debate de la compañera con la que tienen más afinidad (la oncóloga Hanan Ahmed) y de un parlamentario de Vox hubiera permitido al Partido Popular sacar adelante igualmente la propuesta sin que su inmolación en el PSOE.
Vivas gobierna Ceuta desde 2001. Durante dos décadas ha llegado a sumar hasta 19 de los 25 diputados de la Asamblea. La irrupción de Vox le dejó por primera vez en minoría en 2019. Tras un primer pacto fugaz con el PSOE estuvo un año apoyándose en la ultraderecha. La iracunda reacción de, sobre todo, la mitad árabo-musulmana de la población local, le hizo abjurar de repetir aun a costa de poner en un brete a Génova.
Desde entonces los socialistas le han dado apoyos puntuales que el verano pasado estuvieron a punto de dar a luz a un gobierno de coalición que primero vetó Ferraz y después rechazó el PP.
En lo que va de 2024 el presidente ha logrado consolidar al MDyC de Fatima Hamed (ahora vicepresidenta segunda del Pleno con sueldo de consejera) como socio estable. Ambos partidos suman 12 diputados, a uno de la mayoría absoluta. La erosión acelerada del liderazgo de Juan Gutiérrez hizo aflorar grietas en un PSOE cada vez menos “fiable”, según el propio Vivas, que hicieron caer al líder socialista cuando cuatro de sus cinco compañeros se negaron a votar con él en contra de la municipalización de la limpieza pública viaria.
La pérdida de control de su Grupo Parlamentario derivó en su dimisión como parlamentario primero, el 12 de marzo, y como líder del partido después, el 13 de abril. Lejos de dar paso a una nueva era de unidad, la preparación del Congreso extraordinario que se prevé para septiembre u octubre ha realineado a los diputados entre fieles a la delegada del Gobierno, Cristina Pérez, que con toda probabilidad se postulará a secretaria general, y parte de los incorporados por Gutiérrez desde finales de 2021 sobre todo desde la comunidad musulmana, que se sienten ninguneados y orillados.
El líder de Ceuta Ya!, Mohamed Mustafa, ha comparado este miércoles en sus redes sociales lo sucedido en Ceuta con el 'Tamayazo' de Madrid. “El PP se ha comprado el Gobierno, vaya legislatura nos queda por delante”, ha lamentado el secretario general de la formación autonomista antes aliada de Podemos.
El Gobierno de Vivas lleva meses coqueteando con todas las facciones del PSOE. Lo ha hecho con la de Melchor León, que en dos meses ha pasado de delfín de Gutiérrez (le aupó a la Vicepresidencia Primera de la Mesa del Pleno) a sumarse a los rebeldes para terminar de vuelta en la disciplina orgánica y como presidente la Gestora. Por el otro lado ha nombrado director general a un hermano de la socialista Hanan Ahmed y se ha acercado al resto del grupo afín a Rahal, crítico tanto con el exsecretario general como con la nueva dirección provisional.
La consejera de Hacienda del Gobierno de Ceuta, Kissy Chandiramani, ha cargado durante el debate presupuestario previo a la ruptura del Grupo Socialista contra un PSOE al que ha dibujado preso de “presiones torticeras, manipuladoras y malintencionadas”. “Han decidido votar que no con nocturnidad y alevosía después de abstenerse en Comisión Informativa el pasado viernes”, ha reprochado su viraje sobre “un expediente sin ningún matiz político” que preveía dedicar casi 25 millones de euros a amortizar deuda y que tenía, a su juicio, un carácter “eminentemente social”, pues entre otras cosas salvará la contratación de unos 350 peones a través de un Plan de Empleo.
Durante la pasada legislatura fue Vox el que perdió a dos de sus seis diputados. Ambos se convirtieron en no adscritos tras difundirse conversaciones de un grupo de Whatsapp en el que los líderes de la extrema derecha en la ciudad se cruzaban todo tipo de mensajes contra los “moros”, el Islam o la “mierda de Cuatro Culturas”. El PP nunca se apoyó en ellos, pues el PSOE y sus siete diputados le brindaron siempre un apoyo más que suficiente para aprobar los Presupuestos de cada año, entre otros asuntos fundamentales.
