El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha acordado este jueces abrir juicio oral contra los exconsellers de Cultura Lluís Puig (que permanece en Bélgica desde 2017) y Santi Vila por un delito de desobediencia a la autoridad judicial en la orden de traslado de algunas obras del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) al Monasterio de Sijena, y les ha impuesto una fianza a cada uno de 17.250 euros.
Tras un enredado recorrido procesal, la causa, que instruyó desde 2017 un juzgado de Huesca, encara su juicio. El TSJC ha decidido que Puig, al ser diputado en el Parlament y aforado, sea juzgado en el alto tribunal catalán, mientras que Vila se sentará en el banquillo de un juzgado penal de Barcelona. Además del delito de desobediencia, Vila se enfrentará a un delito de usurpaciones de funciones judiciales.
La causa de Sixena se remonta a 2017 y el polémico traslado, por orden judicial de las obras desde Lleida a Aragón, que terminó con intervenciones de los Mossos d'Esquadra. Fue en medio de la aplicación del artículo 155 que intervino la Generalitat y el capítulo más tenso de una polémica que arrastraban los gobiernos catalán y aragonés desde hacía años, y que siete años después sigue teniendo consecuencias judiciales.
El pasado 4 de enero, el Tribunal Supremo declaró la competencia del TSJC para el conocimiento de la causa contra el exconseller de Cultura Lluís Puig por el delito de desobediencia. El Alto Tribunal adujo que Puig era diputado en el Parlament y que los hechos habían ocurrido en Catalunya.
El presunto delito de desobediencia que les imputa tanto la Fiscalía como la acusación particular, que representa al Ayuntamiento de Vilanueva de Sijena, se refiere a que los acusados no habrían atendido la decisión del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Huesca por la que se les ordenaba, en su condición de miembros del Govern, trasladar determinadas obras al Monasterio de Sijena.